Se suele repetir que el sistema electoral de México está sobre-regulado. Y algo de cierto hay. Es tal la marca que dejó un régimen polÃtico sin alternancia que los partidos polÃticos buscan analizar, demandar y disputar en los diferentes organismos electorales lo que la ciudadanÃa ya definió en las casillas. Eso explica un gigantesco INE, o un rol tan protagónico del Tribunal Electoral.
Sólo asà se comprende que hasta ayer por la mañana Andrés Manuel López Obrador fuera considerado presidente electo, cuando sacó más votos que todos su adversarios juntos. Lo que resulta inexplicable es que ahora el PAN quiere ir al Trife para pelear la alcaldÃa de la Miguel Hidalgo, en la Ciudad, con el argumento de unas "carnitas" y unas "frituras" no reportadas en la campaña de Victor Romo.
La presentación del panismo en la Ciudad se realizó primero ante el INE, en donde se presentaron varias denuncias paralelos por rebase de tope de campaña. Se fundamento, según explicaron por los propios consejeros, con siete tomos de cientos de fotografÃas que buscaban probar gastos que no habÃan sido reportados por el candidato electo de Morena.
Seis de las siete denuncias fueron rechazadas. Ciro Murayama explicó que muchas "pruebas" en realidad consistÃan en fotografÃas de Romo en un mercado, y se denunciaba por los jugos, las verduras o las carnes que aparecÃan en las imágenes.
Objeto denunciado: un pedazo de carne. "Se aprecia al candidato denunciado cortando un pedazo de carne sobre un banco de madera y una persona observándolo", era la presentación insólita del partido azul.
El mecanismo se repetÃa en un negocio de frituras, en un almacén en donde Romo aparecÃa con una bolsa de huevos en la mano, o en un puesto de carnitas. Pero el más divertido fue una denuncia sobre un posteo de Facebook, en donde la red social recordaba el dÃa del nacimiento de una hija del candidato. "Cubre bocas, bata y gorro", pedÃan que se le cobre al hombre de Morena.
"Nos pedÃan que le sumemos sopes, quesadillas, jugos, kekas. Es decir, tenemos de todo en esta queja. Desde cosas serias hasta cosas muy superficiales. Cientos de fotografÃas que analizamos", expresó con cierto fastidio Murayama.
El consejero reconoció que de todas las quejas sólo hubo una que sà aceptaron: "Encontramos en efecto que habÃa algún trabajo de post-producción de algunos videos. Y algunas pautas en redes sociales, por un monto de 111 mil pesos". Aún asÃ, Romo no sobrepasarÃa el tope de gasto. Ahora el PAN buscarÃa que el Tribunal avale los gastos en frituras.
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