El fin de semana Alfonso Romo recibió reiterados llamados para conocer más detalles de la salida de Tatiana Clouthier del gabinete de Andrés Manuel López Obrador. El magnate pidió tranquilidad y bajar la ansiedad. Aseguró que Tatiana está embarcada en un proyecto de mediano plazo que es ser gobernadora de Nuevo León en 2021, que es más fácil construir esa plataforma desde San Lázaro y que en diciembre comenzará a mostrarse de modo más frecuente en el Estado y comenzará a generar agenda de cuestiones locales.

La candidatura a gobernadora de Tatiana siempre estuvo en el horizonte pero ahora los tiempos se aceleraron porque la ex vocera de la campaña entendió que en la Segob Zoé Robledo y Alejandro Encinas se habían quedado con los temas que a ella le interesaba impulsar y que ambos tenían absoluto respaldo de Olga Sánchez Cordero. Tatiana quería dedicarse especialmente a cuestiones de femicidios que le fueron retiradas de sus atribuciones. Hace dos semanas ella ya había intentado renunciar pero había paralizado sus intenciones tras una conversación con AMLO.

Las cuestiones del escenario local.  Ahora Raúl Gracia circula por donde sea necesario instalando la idea de que él nada tuvo que ver en la campaña de San Pedro Garza García, donde el PAN perdió su bastión electoral. Responsabiliza a Rebeca Clouthier y a Luis Susarrey y dice que él los dejó operar libremente. Por supuesto casi nadie le cree y por el contrario la idea que subyace es que tras el fiasco de su defensa legal de las elecciones de Monterrey y Guadalupe, ahora necesita cualquier tipo de argumento para no sufrir la perdida del panismo local.  Detalle final: también calculó mal en San Lázaro porque apoyó para la coordinación panista a Jorge Romero pero esta fue para Juan Carlos Romero Hicks.

La semana pasada Olga Sánchez Cordero aprovecho una larga velada en San Pedro Garza García donde le dio un fuerte respaldo a Claudia Tapia para que sea ella quien dirija los destinos de la bancada Morena en el futuro Congreso local que asume su renovación en el mes de septiembre. Sánchez Cordero tiene fuerte conocimiento de los avatares estatales porque es propietaria de un rancho en General Terán.

Un detalle que dejó esa cena, magníficamente bien servida (daríamos el nombre del chef pero caeríamos en una indiscreción) es que hay que estar atentos al circuito de acuerdos e información que están conformando Sánchéz Cordero, Yeidckol Polevsnky y el ex candidato al Senado del PRI Jorge Mendoza, hombre de confianza de Ricardo Salinas Pliego que tiene además en el nuevo gabinete instalado a Esteban Moctezuma en la SEP.

Estuvo en Monterrey la semana pasada David Petraeus, ex director de la CIA. Luego de una conferencia tuvo la inevitable encerrona empresarial en un coqueto hotel de San Pedro. Allí dijo que no hay que separar la resolución del TLCAN del tema electoral de EU porque la mayoría de los 42 candidatos que Donald Trump apoya para la cámara de Representantes en la elección de noviembre son anti-TLCAN. Los dichos del analista son valiosos porque en México hay una idea, posiblemente errónea, emitida por diversas columnistas de que Trump quiere llegar a noviembre anunciando como logro el nuevo TLCAN cuando a sus fanáticos lo que más les gustaría es que el acuerdo quedara enterrado.