Los retos que enfrentará el nuevo Gobierno serán múltiples, en consideración de la agencia calificadora Moody's y de los factores que estarán bajo su lupa crediticia será la administración de las nuevas finanzas, el futuro de Pemex y la relación con Estados Unidos, principalmente.

Jaime Reusche, Vice President-Senior Credit Officer, Moody's, arrancó la Cumbre México 2018 advirtiendo al futuro Gobierno: "No se pongan cómodos que hay muchos retos por delante". Eso, luego de hacer un balance sobre el Gobierno que termina de Enrique Peña Nieto.

En ese sentido, valoró como decepcionante el crecimiento económico que ha tenido el país, sobre la inflación destacó que en realidad, se ubicaban a niveles similares a los de otros años, -a pesar de que el actual gobierno se jacta de tener los niveles más bajos-.

Señaló que en cuanto a la balanza de pagos, las finanzas son estables, por lo que tienen una buena postura al respecto, sobre todo por el colchón de las reservas internacionales, pero recalcó, como ya vienen advirtiendo otros analistas, que si bien la deuda está estable, si está más elevada que cuando arrancó esta administración.

En cuanto a las reformas, consideró que fueron un acierto, pero no se vieron reflejadas en el crecimiento económico y además, persiste la preocupación por la inseguridad, corrupción y desconfianza a las instituciones.

En cuanto a la administración que encabezará Andrés Manuel López Obrador, genera dudas si lograrán cumplir con mayor eficiencia, también el futuro de Pemex, que reconoce se ha recuperado, pero no se ha saneado del todo, y la relación con Estados Unidos, que puede seguir generando volatilidad.

Preocupa también el destino de la reforma energética, sobre la cual el analista apuntó: "Parece que no se le quiere dar una oportunidad". Y por otro lado, sobre el destino del nuevo aeropuerto, que genera amplias dudas en el mercado, reconoció que aún si no se siguiera adelante con la obra, no significaría un impacto en su calificación ni en las finanzas públicas, "pero sí una señal y habría que observar cuál será la siguiente".

"Vamos a trabajar con los recursos que tenemos"

Y en el mismo foro participó Gerardo Esquivel, que será el futuro subsecretario de Egresos, para explicar a detalle el plan que ejecutará dentro de la Secretaría de Hacienda a lado de Carlos Urzúa, "con los recursos que puedan captar".

El mensaje primordial que envió el futuro funcionario fue que buscarán hacer un rediseño en el presupuesto, manteniendo el gasto: "Para eso se reducirá en algunos puntos y en otros se aumentará".

Explicó que algunos programas van a revisarse y en su caso, eliminarse para liberar recursos y tener gasto en lo que ellos considerarán prioritario. "Se trata de recursos ya presupuestados. Eliminar unos partidos y reorientar otros, no hay pierde y no habrá riesgo de que no se alcance".

No obstante, advirtió que si hay riesgo en un rango de recursos potenciales. Se refirió a ahorros en la descentralización de las compras de gobierno. "Pudiera ser que no se materialice. En ese caso, se achicarían los objetivos de los programas, se ajustarían los tamaños de los proyectos, que son muy ambiciosos. Si no hay ingresos suficientes, se ajustará vía gasto".

Un tema que aclaró fue el del congelamiento de las gasolinas: "De ninguna manera implica un subsidio" y recordó que cuando hubo subsidios a los combustibles, generó un gran daño a las finanzas.

Explicó que se mantendrá el mecanismo de suavizar los precios, como lo hace actualmente la dependencia, y que en todo caso el congelamiento es en términos nominales, no reales, durante los primeros tres años, tiempo en que apuestan por ganar independencia energética, principalmente a través de las refinerías.

S&P sigue viendo a Pemex como estable, pero prende alertas por menor producción

Lo que sí, es que aseguró que en caso de haber una emergencia o algún elemento inusual, podría revisarse el tema de los subsidios.

Sobre la reforma energética dijo que para que funcione, es clave fortalecer Pemex, por lo que requerirá más recursos.

En el tema de pensiones, reconoció que se necesita una reforma. "Sabemos que en el futuro será una presión importante", por lo cual dijo que más adelante se pondrá sobre la mesa la discusión y "se espera una reforma para mediados del sexenio", pero evitó profundizar al respecto.

Sobre el controversial Ramo 23, dijo que no se puede eliminar por que hay rubros importantes, como el desastre, que se deben mantener, pero dijo que sí se tenía que ajustar y regular.