Esta nueva -aunque ya tradicional- etapa de oficialismo Verde dejó a su bancada en el Senado sin el único perfil político de fuste, al menos por unos meses: Manuel Velasco volvió a Chiapas, en una escena que despertó múltiples críticas. La pregunta entonces es quién comandará los destinos del PVEM en la Cámara Alta durante su ausencia.

Esa pregunta se contestará en las próximas horas, pero ya desató una pelea interna que incluye apoyos y vetos de gobernadores priistas, y del propio Enrique Peña Nieto. El Presidente tiene allí a una colaboradora cercana, Alejandra Lagunes, que estuvo a cargo de la fallida estrategia digital del sexenio.

Lagunes no cuenta con mayor experiencia política, y mucho menos legislativa. Y además ha tenido una relación muy distante con Miguel Ángel Osorio Chong, por haberse referenciado siempre con el grupo de Luis Videgaray y Aurelio Nuño, con quienes conformaba grupo de trabajo en las campañas de EPN.

El problema de la bancada Verde es que no tiene muchos perfiles con experiencia. Alejandro Murat impulsa al joven Raúl Bolaños, y desde Colima aparece otra figura incipiente: Gabriela Benavides Cobos.

Por último, la yucateca Vero Camino Farjat podría ser el pago de Osorio Chong a Ramírez Marin, que bajó su postulación para cumplir con el acuerdo que el ex Segob había sellado con Peña Nieto, el día que se ungió a Meade como candidato presidencial. 

Lo que queda claro es que la salida de Velasco no fue sólo un revés mediático, sino que también dejó en el Senado un vació difícil de llenar para el Verde.