En comparación con un mes y medio atrás la relación de Jaime Rodríguez Calderón con el presidente electo Andrés Manuel López Obrador ha dado un giro de 180 grados. Tras el fragor electoral el gobernador de Nuevo León seguía cuestionando con dureza al tabasqueño. Una serie de gestiones reservadas consiguieron acercarlos: la semana pasada tuvieron una foto en el Aeropuerto de Monterrey y hoy miércoles sostuvieron un encuentro en la colonia Roma de CDMX acompañados por Alfonso Romo, Carlos Urzúa y Javier Jiménez Espriú.

La tónica de la reunión fue relajada. El Bronco llegó a la Roma con su ya clásico gesto de mochar manos que suele repetir ante las cámaras. Lo acompañaban Enrique Torres y Waldo Fernández. En los primeros minutos del encuentro el gobernador se permitió bromear sobre béisbol con el tabaqueño, deporte cuya afición comparten y en el cual suelen ser secundados por un personaje común de sus respectivos entornos: Carlos Slim.

El gobernador expuso ante el presidente electo las prioridades que hace días desarrolla como la seguridad, las carreteras, hospitales, la presa y quitar los trenes de Monterrey.

El Bronco elogió las ideas de austeridad de Morena. Le dijo a AMLO que él en Nuevo León había realizado un gran esfuerzo para bajar un déficit sideral heredado de la gestión.

En la reunión Romo se reveló como un gran apoyo del Bronco al hacer acotaciones positivas a la gran mayoría de ñas afirmaciones emitidas por el gobernador. El clima del encuentro fue mejor del esperado en la previa de parte de ambos grupos. Ahora resta por conocer si esa sintonía se materializará en el Presupuesto del año próximo. El Bronco trae la idea de presentar en sus segundos tres años de mandato proyectos por 15 mil millones de pesos.