En mayo pasado la opinión pública en EU y todo el mundo se volcó sobre la administración de Donald Trump cuando se supo que estaban implementando una política de separar familias en la frontera con México. Semanas atrás, el Fiscal General Jeff Sessions anunció que el Departamento de Justicia aplicaría una política de cero tolerancia ante los migrantes indocumentados, es decir, serían procesado de manera penal, lo que significó que miles de niños fueran separados de sus padres y acompañantes y puestos en centros de detención para menores. La crisis humanitaria tuvo un impacto tal que el 20 de junio Trump firmó una orden ejecutiva que supuestamente terminaría con la práctica, sin embargo, hoy el New York Times anunció que, de acuerdo con cifras de la propia administración, en este momento hay casi 13 mil menores detenidos por el servicio migratorio.

Según la investigación, los refugios para menores están a un 90% de capacidad, contra el 30% que mostraban el año pasado. De acuerdo con las cifras del Departamento de Salud y Servicios Humanos, los esfuerzos de la administración por reducir el número de migrantes indocumentados no han tenido éxito.

Sin embargo, apuntan que no es que haya incrementado la cantidad de niños que intentan cruzar la frontera, sino que las nuevas políticas de cero tolerancia de la administración asustan a potenciales familiares que en años pasados se habrían ofrecido a cuidar a los menores. Esta vez temen que los detengan a ellos también y los deporten a sus países de origen.

En julio se supo que las autoridades migratorias estaban implementando una nueva política para reunir a los padres con sus hijos pequeños. Les daban un formato donde aceptaban ser deportados a cambio de que los reunieran con sus hijos.

El documento que les hacen llenar a los padres tiene dos opciones: "Estoy solicitando reunirme con mi hijo con el propósito de repatriación a mi país de ciudadanía", o bien "Estoy afirmativamente, con conocimiento, y voluntariamente solicitando regresar a mi país de ciudadanía sin mi hijo menor de edad que yo entiendo permanecerá en los Estados Unidos para perseguir una solicitud de apoyo".

También señala el reportaje que la mayoría de los menores viajaban sin compañía de un adulto, es decir, no fueron separados de sus padres al momento de la detención. Las cifras oficiales fueron entregadas a miembros del Congreso, quienes a su vez las turnaron al diario neoyorkino.

El número de menores detenidos escaló de una manera alarmante en tan solo un año y cuatro meses. De 2,400 niños detenidos en mayo de 2017 a 12,800 este mes. Un incremento de más del 430%. En mayo pasado de habían reportado alrededor de tres mil menores.

Es importante mencionar que la administración de Barack Obama enfrentó una crisis similar en 2014, cuando miles de niños llegaron a las fronteras huyendo de la violencia en Centro América. El Gobierno de Obama también tuvo problemas para lidiar con la situación y tuvieron que construir nuevas instalaciones para alojar a los menores.