La tersura está desapareciendo. Las declaraciones subieron de tono, aunque siempre bajo un marco de respeto. Y Andrés Manuel López Obrador regresó a las plazas públicas donde el clima social es muy distinto a los palacios de gobierno, en los cuales no se cansó de decir que el cambio del poder será en amor y paz. "El país lleva 30 años en bancarrota, lo que pasa es que la noticia ha pasado de noche", declaró en el inicio de su gira de agradecimiento por todo el país.

"Posiblemente por la situación de bancarrota, no podamos cumplir todo lo que se está demandando pero sí vamos a cumplir -que quede claro- con todo lo que ofrecimientos en campaña. Está bien que yo sea pueda ser moderado y que no quiera estar echando la culpa. Vamos a asumir la responsabilidad. No me estoy quejando", admitió el tabasqueño, instalando esa idea de la "bancarrota" que hoy dio mucho de qué hablar.

LPO anticipó que Morena implementaría la idea de una "pesada herencia", estrategia clave para estirar al máxima la luna de miel con sus votantes. Claro, sólo así podrán contener la enorme expectativa que generó la victoria de un López Obrador que promete desde hace años un "cambio verdadero". Llegó la hora de la verdad: esos cambios no serán de la noche a la mañana.

Esta mañana se le cuestionó a Claudia Sheinbaum si la Ciudad de México también estaba en "bancarrota", después de una administración de Miguel Ángel Mancera que fue perdiendo apoyos en todos los sectores de la ciudadanía. Sus palabras fueron contundentes: admitió que la capital se encuentra en un estado de endeudamiento responsable, aunque reprochó que también ésta se encuentra con muchos problemas, particularmente en seguridad pública.

"Recibimos una Ciudad de México con muchas dificultades económicas, aunque en el caso de la ciudad se llevó una política de endeudamiento responsable, entonces no tenemos la misma condición que en el país, pero sí muchos compromisos que estamos revisando", declaró la próxima Jefa de Gobierno, quien asistió a la instalación del primer Congreso de la Ciudad de México en el recinto legislativo de Donceles.

Cambio de imagen para Batres: sus asesores le piden que se muestre como un "hombre de instituciones"

Del mismo modo, añadió que trabajará en coordinación con el Congreso local (donde como en San Lázaro y el Senado, Morena también es mayoría), con el fin de tener "todo el tinglado legal" para mejorar la vida de los chilangos. "Vamos hacia adelante, y tengo mucha esperanza en el nuevo Congreso de la Ciudad México, vamos a trabajar con todos, no importa el partido político y vamos a salir adelante entre todos tenemos que sacar adelante a la ciudad", explicó.

Y adelantó que sus prioridades serán la "conformación del nuevo sistema anticorrupción, la transición de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México a Fiscalía, así como la conformación de la ley de austeridad republicana". "No va a haber aumentos a impuestos, sólo lo que corresponde a la inflación", prometió.

Finalmente, respecto del enfrentamiento entre grupos criminales en Garibaldi donde asesinaron a cinco personas, la ex delegada de Tlalpan anunció que "muy pronto" anunciará su gabinete de seguridad y un programa en el que podrá todo su "esfuerzo y compromiso para pacificar a la ciudad".