Hoy son pocos los que consultan a Ricardo Anaya y a Damián Zepeda sobre el futuro electoral de Acción Nacional, pese a que mucho del estado actual del partido se debe a su gestión durante por los menos los últimos tres años. Es por ello que la elección estatal del próximo año no está organizándose, por ahora, en sus oficinas.

Quien, por el contrario, ya asumió el rol sin la responsabilidad de líder nacional del PAN es Marko Cortés, el cual -revelan a LPO- tiene un escritorio repleto de programas y evaluaciones de la situación del blanquiazul en los 32 estados de la república; particularmente, sobre la condición actual del panismo en Aguascalientes, donde se jugarán 11 alcaldías; en Durango, 39 alcaldías; 25 diputaciones locales en Quintana Roo, y 36 diputaciones en Tamaulipas. Mientras que Baja California Norte se elegirá a un nuevo gobernador, a cinco alcaldes y a 25 nuevos diputados.

Según pudo conocer esta redacción, los informes con los que dispone Cortés Mendoza no son halagüeños. El éxito de Andrés Manuel López Obrador y su popularidad en ascenso en todo el país podría alcanzarle para respaldar a su candidato en el estado. Ocho puntos son el rango con el que el partido marrón domina el escenario político local; ocho puntos de Morena sobre el PAN, en un estado simbólico para el corazón albiazul.

Madero furioso: "Anaya no conectó con los panistas porque tiene cara de robot"

Baja California es el lugar que en 1989 hizo historia en la vida política del país: con el 52.3% de los votos a su favor, Ernesto Ruffo Appel se convirtió en el primer gobernador no emanado de las filas del PRI. Un desastre para Marko, quien podría convertirse a su vez en el primer presidente nacional del PAN que pierde la gubernatura bajacaliforniana.

Con esto en mente, el michoacano comenzó a delinear cuál será su operación en el estado. Para empezar, informó la misma fuente, puso al gobernador Francisco Vega de Lamadrid en un segundo plano. Como el resto de los mandatarios estatales blanquiazules, su trabajo en la región dejó mucho que desear en las últimas elecciones. Las grillas de los grupos al interior de Acción Nacional, unos a favor y otros en contra del candidato de "Por México al Frente", se reflejó en las urnas.

Y aunque es un aliado imprescindible, deberá jugar un papel no protagonista. En cambio, a quien Marko confió la tarea de operar en contra de la popularidad de Morena fue al ex diputado Jorge Ramos, quien no llegó al Senado por quedar en la segunda fórmula, lo que sólo dio a Gina Cruz la oportunidad de convertirse en senadora del PAN.

Este lugar será la revancha de Ramos Hernández para ocupar un sitio de importancia en la etapa que viene al nuevo Acción Nacional, como oposición pero ya no al PRI sino a un gobierno de izquierda. ¿Podrá contra la máquina electoral de Morena y su gobierno federal?