El martes que viene Emilio Lozoya debería presentarse a una audiencia ante la Fiscalía General para conocer la totalidad de las acusaciones en su contra. En las últimas horas el ex director de Pemex decidió que no se presentará porque es muy alto el riesgo de que termine aprehendido al finalizar dicho compromiso.

Es notable. El abogado Javier Colello Trejo, en sus ya casi diarias andanzas mediáticas, reitera una y otra vez que su cliente no ha sido notificado sobre los cargos de los que se lo acusan y que solo hay denuncias periodísticas. Sin embargo, por algún motivo que no precisa Coello alega también que no hay delitos graves. La pregunta ineludible: si no conoce el expediente, como repite una y otra vez, ¿cómo sabe que no hay delitos graves en la pesquisa?

Esa incongruencia explica, además, que el amparo con el que cuenta Lozoya sea de efecto limitado. O sea, si se eleva el nivel de flagrancia en la acusación, el ex titular de Pemex quedaría expuesto. Algo que podría haber sucedido el martes y de ahí la ausencia anticipada.

Existen otras situaciones que, según pudo conocer LPO, están minando el entorno familiar de Lozoya. Su hermana Gilda no estaría conforme con el accionar de Coello y por eso estaría promoviendo buscar nuevas opciones para una defensa que, entiende, Coello ha politizado en exceso. 

Es entendible: el abogado empezó a hablar de Enrique Peña Nieto, Luis Videgaray, Pedro Joaquín Codwell y esto genera temor en la familia por lo que esos señalamientos pudieran deparar.