El tema es, quizás, de los más importantes para el sexenio de Andrés Manuel López Obrador. Se trata del proyecto energético de la 4T, y más específicamente del Plan de Negocios que en las próximas semanas debería hacerse público. ¿Cuánto invertirá Haciendo en la petrolera, que enfrenta un pasivo insostenible frente a su decreciente producción? ¿Se reactivarán las asociaciones con privados?

Según pudo saber LPO en exclusiva, a las 11 de la mañana de este lunes empezó a sesionar el Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos. A la Torre Pemex llegarían el flamante titular de Hacienda, Arturo Herrera, junto a la Secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín, dos ex estudiantes de Carlos Urzúa.

El ala Urzúa del Gabinete aún persiste en la misma teoría que su mentor expuso en la revista Proceso: el proyecto de la refinería en Dos Bocas es un error, porque Pemex necesita concentrar todos los recursos en exploración y producción. Sólo así podrá incrementar rápidamente su producción y, de ese modo, hacer frente a los vencimientos de una deuda que la tiene en jaque.

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El problema es que Rocío Nahle y Octavio Romero Oropeza no se mueven ni un milímetro de la definición política que bajó AMLO: la refinería se hace y las amenazas de las calificadoras son presiones del neoliberalismo para voltear su principal proyecto, con el que -dicen- recuperaría la soberanía energética y dejarían de importar tantas gasolinas desde Estados Unidos.

El plan de Urzúa era, justamente, convencer a López Obrador de que se demore el proyecto de Dos Bocas, para poder concentrar así recursos presupuestales en el salvataje de Pemex. Es, acaso, el único punto de encuentro que tenía con su adversario Alfonso Romo. Al menos hasta ahora, fracasaron en su intento.

En su círculo de confianza, Herrera cree que su suerte no será distinta. La misión de reactivar las licitaciones y los farmouts para que los privados colaboren con la reactivación de la producción es una solicitud que parece difícil conseguir.

"Si se aprueba este Plan de Negocios, la baja en la calificación será casi automática", se resignan los economistas del Gabinete. "Ahora hay que bajar un poco de optimismo en los objetivos de producción del Plan de Negocios de Pemex, porque parecen descabellados como suele pasar con los números de Nahle", agrega un asesor de Palacio Nacional.

La referencia es al objetivo de incrementar más de un millón de barriles diarios de producción en tan sólo cinco años, y sin la colaboración de las petroleras privadas. "También había dicho que Dos Bocas costaría menos de US$ 8,000 millones y se construiría en menos de tres años. Ya todos sabemos que su licitación quedó vacante", explica la misma fuente.

Hasta el viernes, el borrador del Plan de Negocios de Pemex planteaba una ayuda financiera de Hacienda de 90 mil millones para 2019, de al menos 47 mil millones para 2020 y de un mínimo de 91,600 millones para 2021. Buena parte de estos recursos se utilizarían para el pago del enorme pasivo en las pensiones de la compañía.

Aún así, según la proyección optimista de Nahle y Romero Oropeza, Pemex terminaría 2020 cierra con una pérdida neta de 40,000 millones de pesos. "Lo mínimo que tiene que conseguir Arturo es quitar un poco de optimismo e incorporar escenarios donde aumenta el costo del financiamiento por la rebaja de la calificación", dicen en Hacienda.

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Hay que recordar que las calificadoras, además de organismos y centros de estudios económicos, critican desde hace meses el plan de la refinería y anticipan un eventual crisis de deuda en la petrolera que puede arrastrar también a la estabilidad macro de México.

"Pemex es, por mucho, el problema fiscal más importante que enfrenta la administración de AMLO. La falta de inversiones en exploración y extracción conllevaron a una reducción constante en la producción de petróleo, mientras que la empresa ha emitido grandes stocks de deuda en los mercados internacionales. Los inversionistas están cada vez más preocupados con los bonos emitidos por Pemex", señaló el documento final de los integrantes del Comité Latino Americano de Asuntos Financieros (CLAAF) que se reunió en Washington a principios de la semana pasada para analizar la situación de México.

En las próximas horas, esta interna feroz en el corazón de Gabinete tendrá ganadores y perdedores. Es la primer gran batalla que deberá enfrentar Arturo Herrera como titular de Hacienda. También arrojará -o evitará- consecuencias económicas de magnitud para la 4T.