Si bien un juez recibió la solicitud de amparo de Aeroméxico para frenar la llegada de la aerolínea Emirates, Eduardo Tricio no está tranquilo, pues todo indica que no saldrá airoso, por eso, busca un urgente acercamiento con Andrés Manuel López Obrador.

Los temores de Tricio no están infundados, en el sector ven con pesimismo que el llamado de la firma mexicana para que sea la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) quien atraiga el caso, pero de acuerdo con Miguel Flores Bernés, quien fuera comisionado de este regulador, esta estrategia no será benéfica para la empresa mexicana. 

La línea que dirige Andrés Conesa sostiene su defensa en que la aerolínea emiratí compite de manera injusta por el apoyo gubernamental que recibe, por lo que busca la opinión de este regulador, y por el otro defiende que se violaron sus derechos del convenio conocido como Quinta Libertad.

Flores Bernés, que actualmente es socio de Greenberg Traurig, explica que al menos en materia de competencia económica, no le vaticina mucho éxito, por la dificultad que implica acreditar un escenario de depredación de precios o de poder sustancial en el mercado.

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"Por ese lado no ha habido ni un solo caso de depredación de precios en 20 años. No veo por ahí mucho éxito, no es un camino muy real y no creo que vaya a avanzar mucho en la Cofece", dice el experto en la materia.

Y es que la ley especifica que tienes que acreditar que una empresa vende por debajo del costo, "y tampoco veo como va a acreditar que Emirates está acaparando el mercado si ni siquiera está operando esta ruta. En el corto plazo no va a funcionar", agrega.

El ex comisionado de la Cofece también advierte que es un proceso largo de investigación que toma alrededor de cuatro años, lo cual tampoco ve práctico para la firma mexicana. Además, la investigación no impide que la otra aerolínea entre al territorio mexicano.

Además, expertos han defendido que la ventaja competitiva de Emirates se debe a beneficios tributarios y regímenes impositivos muy favorables que no sólo benefician a las aerolíneas, sino que generan un clima tributario favorable para los negocios.

Andrés Conesa

Cuartoscuro

Aún le queda tiempo a Tricio para convencer a López Obrador de negar el permiso -que daría la Scretaría de Comunicaciones y Transportes- de que la firma de los Emiratos Árabes Unidos llegue a operar en el país, pues se había anunciado que esto ocurriría el 9 de diciembre.

Pero tiene otro recurso que habría que explorar: el de la violación de la Quinta libertad. El mayor enojo de la empresa mexicana es que apenas en junio había anunciado ampliar su ruta a Barcelona, pero la entrada de esta firma significaría una fuerte competencia.

"Hemos tomado la decisión de incrementar nuestras operaciones a servicios diarios (en Barcelona) porque hemos visto una fuerte demanda en la ruta, pero también como respuesta a la decepcionante decisión del gobierno mexicano de otorgarle quintas libertades a Emirates para volar desde Dubái a Barcelona y a la Ciudad de México, a pesar de los subsidios estatales recibe del gobierno de los Emiratos Árabes Unidos", señaló entonces Conesa.

Sucede que Desde Dubái no existe un vuelo directo a México, por lo que la empresa emiratí tendría que hacer otro vuelo desde la ciudad española. El acuerdo de Quinta libertad establece que las aerolíneas designadas por ambos países pueden recoger y desembarcar pasajeros en terceras naciones, como en este caso, en España.