A las 9 de la noche con 51 minutos del domingo 15 de marzo, después de varios dÃas de guerra frÃa entre empresa y periodista que incluyó anuncios a página entera en los diarios y luego el despido de colaboradores, MVS Radio anunció a través de su cuenta de Twitter que daba por finalizada su relación con la periodista Carmen Aristegui.
Llamó la atención el momento que escogió la empresa dirigida por JoaquÃn Vargas: En medio de un fin de semana largo debido al feriado oficial que se celebra el lunes en conmemoración del natalicio de Benito Juárez el 21 de marzo, y justo cuando las voces de Twitter en México se ahogan entre mensajes narrando las últimas horas del festival musical Vive Latino.
El comunicado publicado en la página web de MVS luego de anunciar el despido, intentó negar las versiones que hablan de una escándalo manufacturado por la conducción de la empresa, para esconder otra realidad: La búsqueda de censurar a la periodista que destapó el caso de presunta corrupción de la "Casa Blanca" que golpeó duramente al presidente Enrique Peña Nieto.
"La libertad de expresión se ejerce cabalmente en MVS Radio, tal y como ha quedado demostrado en el caso particular de Carmen Aristegui", sostuvo en su comunicado MVS y agregó una lÃnea que más que tranquilizar inquieta: "La empresa continuará con sus servicios informativos".
No deja de ser sugerente que el motivo del conflicto haya sido la decisión de los integrantes del equipo de investigación de Aristegui de sumarse a la plataforma Mexicoleaks, un colectivo de ONG y medios de prensa independientes para promover las denuncias ciudadanas de abusos y casos de corrupción del poder.
"MVS Radio ha dado por terminada la relación de trabajo que tenÃa con la periodista Carmen Aristegui Flores, en virtud de que la periodista fijó como condición para resolver el problema que enfrentamos la reinstalación de dos de nuestros colaboradores. Es pertinente recordar que estos dos colaboradores fueron separados de sus cargos por haber comprometido el nombre de MVS, sin contar con facultades para ello y sin haberlo consultado previamente con la administración de la empresa", sostuvo la firma que no toleró que se haya puesto a su marca apoyando la iniciativa Mexicoleaks.
En uno de los tramos más duros de su comunicado, la empresa de los Vargas agregó que ante el pedido de Aristegui de la reincorporación de sus colaboradores despedidos para iniciar conversaciones, "no podemos aceptar condicionamientos y ultimatos de nuestros colaboradores".
"En MVS Radio, trabajamos en equipo. La cultura de nuestra organización gira en torno a ese concepto, por lo que las actitudes individualistas no tienen cabida en nuestro proyecto", agregó el comunicado.
El polémico despido volvió a instalar en México la preocupación por el regreso de viejas prácticas de censura que caracterizaron a las administraciones del PRI en el pasado.
El prestigioso analista Raymundo Riva Palacio subrayó en su columna en El Financiero los vÃnculos entre los dueños de la radio y la administración de Peña Nieto.
"JoaquÃn Vargas, jefe de la empresa, está vinculado al senador Emilio Gamboa, con fuerte ascendencia en Los Pinos, quien impulsó a Eduardo Sánchez, ex abogado de MVS y hoy es director de Comunicación Social de la Presidencia. Su consejero Felipe Chao es hermano de Andrés, subsecretario de Gobernación para Normatividad –publicidad entre ello- y ex subalterno de Sánchez. Se puede alegar que el enfrentamiento de Aristegui no era con Vargas, sino contra quienes cree, por lo que dijo, lo mueven como tÃtere", señaló el periodista.
Y sin medias tintas explicó que "la revelación de la casa blanca fue el punto de quiebre de ella con el gobierno y de la empresa con ella" y reveló que "desde que difundió la investigación originada y realizada por Rafael Cabrera -uno de los despedidos- sobre la casa blanca, dejaron de autorizarle entrevistas en Los Pinos con un gabinete que, previamente, desfilaba gustoso ante sus micrófonos".
En definitiva, lo que Riva Palacio deja claro son las motivaciones polÃticas del despido, ya que no se entiende desde la lógica periodÃstica echar a un profesional que lidera cómodamente su franja horaria y prestigia a la emisora con investigaciones de alto impacto. De hecho, el motivo aducido también suena desproporcionado: ¿Cual es el daño que puede provocar a una emisora de información, sumarse a una plataforma que aboga por la transparencia?
No es la primera vez que esta periodista, acaso la más importante de México, sufre represalias del poder. Ya en 2011 la misma MSV la despidió luego que en una entrevista con un dirigente opositor, este ventilara un secreto a voces, el supuesto alcoholismo del entonces presidente Felipe Calderón.
Semanas después, Vargas se desdijo y recontrató a Aristegui y posteriormente cuando el gobierno federal le quitó la banda de 2.5 Ghz, denunció que habÃa despedido a la periodista por presiones del gobierno ¿Un recuerdo del futuro?
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