El
mítico subcomandante Marcos, ahora rebautizado subcomandate Galeano, eligió un
momento muy especial para reaparecer en la escena pública. Luego de una semana
particularmente difícil para el gobierno de Enrique Peña Nieto con los
narcobloqueos de Jalisco que se extendieron a cuatro estados y el asesinato de
un candidato del PRI en Guerrero.
Marcos aprovechó un homenaje al filósofo mexicano Luis Villoro Toranzo y al maestro indígena zapatista Galeano -asesinado hace un año en la localidad de La Realidad por un grupo de choque antizapatista-, para mostrar el músculo de su organización.
La celebración se realizó en Oventik, municipio de San Andrés, en el estado de Chiapas.
En una estudiada puesta en escena, alineó a los militantes zapatistas con palos y otras armas, mientras se mostraba con familiares de Luis Villoro, del maestro Galeano y junto a los padres de un joven desaparecido en Ayotzinapa, otro de los puntos débiles del actual gobierno del PRI.
Previo al evento, seis columnas de milicianos zapatistas con pantalones verdes y camisola café escoltaron a los familiares de los homenajeadosmdesde la entrada principal de Oventik a lo largo de un kilómetro hasta llegar al recinto donde se llevaría a cabo la ceremonia.
El
evento comenzó con distintos homenajes a Luis Villoro, un defensor de la causa
zapatista, a quien dedicó muchos de sus análisis de teoría
social y política.
Juan Villoro, presente en la ceremonia dijo que su padre odiaba los homenajes y que con toda seguridad se hubiera opuesto a este evento que le organizaron, pero ante su ausencia ya nada puede hacer, agregó, ante la risa cómplice de la multitud, según destaca una crónica de Proceso.
Y tras su intervención, apareció de pronto el subcomandante Marcos, recortándose de entre los indígenas encapuchados donde había permanecido todo el tiempo camuflado, en otro de sus clásicos golpes de efecto.
Marcos leyó un extenso discurso que según dijo escribió el “difunto Marcos” tras su muerte en marzo de 2014, cuando fue reemplazado por el “subcomandante Galeano”, nombre que utiliza ahora, en presunto homenaje al maestro fallecido.
Marcos reveló incluso que Luis Villoro Toranzo fue “un compañero zapatista” que hace muchos años se dio de alta como miembro del EZLN con la condición de que a nadie, ni su propia familia, supiera de ello.
El líder del EZLN reveló luego que el maestro Galeano fue además un rebelde que cumplió también todas las misiones que le encomendaron y participó en la batalla del 1 de enero de 1994 bajo el mando del capitán insurgente Zeta, en la toma de Las Margaritas, donde caería abatido a tiros el subcomandante Pedro.
Al terminar el evento, los encapuchados entonaron el himno del zapatistas y rompieron filas los milicianos para proteger la salida de Marcos y la comandancia general del EZLN.
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