El momento del recambio llegó para Miguel Ángel Macera, aunque el método que eligió para demostrar voluntad de cambio ya abrió una fuerte discusión en el seno del propio Gobierno del Distrito Federal, por un simple detalle: todo el gabinete quedó señalado tras el pedido masivo de renuncias.

Aunque la información en principio era difusa, las fuentes consultadas por La Política Online confirmaron que Mancera le solicitó la renuncia todos su gabinete y también al jefe de su despacho Javier González Garza, un hombre de la entera confianza del jefe de Gobierno.

Esta resolución incluyó también a los nombres que más señalamientos habían recibido tras la derrota en las elecciones: Héctor Serrano, su secretario de Gobierno -criticado por ser su operador político dentro del PRD- y Rosa Icela Rodríguez Velázquez, secretaria de desarrollo -señalada como cercana de AMLO y acusada de haber trabajado para la campaña de Morena-.

"Quiero ratificar lo que de manera extra oficial ha estado en los medios de comunicación. El día de hoy he pedido la renuncia de todos los integrantes del gabinete", confirmó horas más tarde el propio Mancera, en una conferencia de prensa que duró un puñado de minutos y que no habilitó preguntas de la prensa.

"Todo mi gabinete, sin exclusión, se encuentra en un constante proceso de evaluación. Y he solicitado hoy estas renuncias a fin de poder evaluar, a la mitad del ejercicio del gobierno, el cumplimiento de las tareas, de las metas, de los compromisos, sobre todo con la ciudadanía", explicó.

Mancera dijo que habrá tiempo para poder "hacer esta evaluación y tomar las decisiones finales", las cuales prometió estarán totalmente concluidas en su próximo informe de gobierno. "Agradezco la atención que se ha dado a este anuncio. Haré yo personalmente este análisis", se despidió sin dar más certezas. 

Desde el PRD explicaron a LPO que las primeras conclusiones podrían estar listas para el 15 de julio, pero las palabras de Mancera indican que la renovación de su gabinete podría confirmarse recién en septiembre. 

Es una maniobra extraña, porque los que se queden igualmente estarán debilitados, la gestión se debilitará, nadie tendrá certezas si continúa o no,  en medio de un período de evaluación de sus funciones", expresó un dirigente del partido que pidió mantener su nombre bajo reserva.

"Una cosa similar ya había pasado con Andrés Manuel, cuando muchos de sus funcionarios se iban enterando que eran despedidos por los anuncios que hacía en los medios de comunicación", agregó la misma fuente.  

Pero no todos piensan igual. Para Raúl Flores es bueno que "el propio jefe de Gobierno evalúe el desempeño de cada uno. El titular del PRD-DF consideró que "es un procedimiento parlamentario que nunca se había utilizado en el poder ejecutivo; es extraño, pero no deja de ser un procedimiento válido".

Flores explicó: "En rigor las renuncias sucederían después del análisis de cada gestión que haga Mancera. Se supone que en 15 días habrá novedades, pero los tiempos de la política no son siempre rigurosos, así que podría demorarse un poco más". 

En este marco, el nombre de Manuel Granados sigue tomando fuerza, como ya anticipó LPO. Sin embargo, algunos hombres del gobierno aseguran que Mancera no podría designarlo en lugar de Serrano, no sólo por el poder que ha ido acumulando su secretario de Gobierno, sino porque Granados debería culminar su mandato en la Asamblea Legislativa 15 de septiembre.

El panorama está abierto y los debates puertas adentro del gobierno del DF ya se dispararon. ¿Hizo bien Mancera en anunciar el pedido de renuncia de todo su gabinete, por un período prolongado, desgastando así a su propio equipo de gestión? La respuesta se sabrá en algunas semanas, cuando se decida a dar el segundo paso: relanzar su gobierno, con miras a su gran objetivo: la pelea presidencial de 2018.