Miguel Ángel Mancera realizó su renovación de Gabinete con una aguda mirada política, aunque paradójicamente sea ese el perfil que más reniega. Para la conformación de su nuevo equipo no puso el énfasis en la gestión, sino en reacomodar las piezas en un tablero que tiene a todos peleando por la misma corona: las elecciones de 2018.
Aunque su imágen pública está dañada, Héctor Serrano ha construído poder adentro del Gobierno del Distrito Federal y, hacia fuera, como defensor de los intereses de Mancera en el PRD con una vocación clara: permanecer en la política capitalina después del 2018.
Es justamente esa posición que construyó lo que le permitió permanecer en el Gabinete, aunque ya no como brazo derecho del jefe de Gobierno, sino al frente de la Secretaría de Movilidad. Serrano permanecerá como un factor de poder, pero verá ahora como nuevos actores lo rodean.
Es el caso de Manuel Granados, el hombre de máxima confianza de Mancera en la Asamblea Legislativa. En su incorporación, el jefe de Gobierno mostró liderazgo y autonomía, puesto que se trata de un enemigo acérrimo de Serrano. Sin embargo, la decisión fue "salomónica": ni Serrano quedó afuera, ni Granados ocupó la codiciada Secretaría de Gobierno. Ambos son secretarios "razos".
"Manuel no tiene el carisma, pero definitivamente tiene la ambición", explicó a LPO un dirigente del PRD que desde hace semanas daba por hecho la convocatorio de Granados. "Ahora desde el Gabinete va a intentar posicionarse como sucesor de Mancera", agregó la misma fuente.
Otra designación sorpresiva fue la de Alejandra Barrales, la senadora del PRD que tiene una relación histórica con Mancera. Más allá de amor romántico -trunco- que existió en un pasado no tan lejano, el jefe de Gobierno le arrebató algo más que el corazón: ambos compitieron por el lugar que dejaría Marcelo Ebrard.
Hoy, Barrales vuelve a ocupar un lugar que la coloca como potencial candidata en 2018. "Ella no fue candidata porque Marcelo optó por Mancera, algo que obviamente los distanció. Esta reconciliación política la pone en la carrera", dicen en el PRD.
La diputada Amalia García -quien estará al frente de la Secretaría de Trabajo- es la otra actora de peso que no puede descartarse de la pelea. Gobernadora de Zacatecas y ex presidente del PRD, se suma a un Gabinete que tendrá la pelea por la candidatura del PRD más adentro que afuera.
Y acaso esa sea la apuesta más interesante del Jefe de Gobierno: reagrupar actores del Sol Azteca, no dejarlos afuera y mostrarle posibilidades a todos, para que los embates vengan desde un flanco inevitable -Morena-, pero neutralizar conflictos al interior de su propio partido, que aunque él mismo lo desmienta, sigue siendo el PRD.
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