La empresa española Iberdrola planea construir siete nuevas plantas eléctricas en México, tanto de ciclo combinado como de cogeneración, para lo que duplicaría sus inversiones anunciadas en el país, al pasar de 5 mil millones de pesos a 10 mil mdp, señaló el director general de la compañía, Ignacio Galán.
Ello gracias al convenio firmado en junio con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para la generación de gas natural.
“El gobierno publicó un plan de inversión superior a 60 mil millones de dólares, los cuales son para satisfacer la demanda durante el periodo 2015 a 2029. Con ello, se aumentará la capacidad de generación en casi un 70%”, expuso Galán durante una conferencia de prensa con analistas.
Sin embargo esta inversión, aunque significa un buen inicio para abrir la puerta a nuevos actores en el sector energético y diversificar las fuentes de generación de energía de la CFE, se queda corta, señalan analistas.
“La idea con este convenio es que se abra la puerta para nuevos jugadores en el sector energético, de eso se trata, de multiplicar las fuentes de inversión para que las finanzas de la Comisión descansen, ya que están muy estresadas, por ello esta inversión es un alivio, pero el país es muy grande y sus necesidades energéticas también, entonces siete plantas no representan en términos absolutos algo sustancial”, señaló la profesora investigadora de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), Miriam Grunstein.
En este sentido, la especialista afirmó que la construcción de las mismas no son benéficas para el ciudadano común, ya que hablamos de un país con 120 millones de habitantes, por lo que quizás, en términos geográficos, signifiquen la electrificación o generación importante para algún sector industrial o residencial, pero no a nivel nacional, que abarca un sector muy grande.
Por su parte el Director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), José Luis de la Cruz, señaló que este convenio demuestra que financieramente la CFE no tiene la capacidad para entrar por sí sola a la generación de nuevos grandes proyectos de infraestructura, “por ello, dentro de los márgenes que la ley le da, esta operación le permite subsanar parte de las restricciones financieras que tiene”.
Las pérdidas de la CFE se dispararon 138% en el segundo trimestre del año frente al mismo lapso de 2014, ascendiendo a 19 mil 287.3 millones de pesos (mdp), contra 8 mil 86.1 mdp que enfrentó en dicho periodo.
“Estamos hablando de que las utilidades operativas, tanto de la empresa productiva del Estado, como de Pemex, están fuertemente decaídas, por ello esta inversión es un alivio y es un inicio para diversificar de forma importante las fuentes de CFE, pero es sólo eso, un inicio”, afirmó Grunstein.
Por su parte, Iberdrola reportó que en el primer semestre de 2015 aumentó 28% la generación eléctrica por medio de la cogeneración, lo cual le permite expectativas en México para invertir 10 mil millones para la construcción de estas nuevas plantas.
“Durante el primer trimestre del año se tuvo un acuerdo para construir una nueva central de cogeneración de 56 megawatts para clientes privados y que ya se encuentra en la fase de ingeniería. La operación comercial de esta nueva central está prevista para el 2017”, comentó el directivo de la española.
Dicha planta será para la empresa Dynasol, fabricante de hule, parte de Grupo KUO. Repsol acordó con Grupo KUO el fortalecer su emprendimiento conjunto especializado en la fabricación de caucho sintético.
En esa misma línea, Galán señaló que también se llegó a un acuerdo con la CFE para estudiar conjuntamente una inversión necesaria para modernizar algunas plantas, además de un pacto para compartir conocimientos en ciertos tipos de tecnologías, en especial en la enfocada al bombeo, almacenamiento e hidráulica.
¿Hacia dónde va esta alianza?
Entre los proyectos analizados por Iberdrola y la CFE se encuentra el ciclo combinado de Tamazunchale II, en el que la colaboración de la mexicana iría más allá de la construcción de la interconexión de la planta al Sistema Eléctrico Nacional, alcanzando el suministro de gas, y podría incluir la adquisición de la energía producida por la planta. Además ambas empresas estudiarán posibles incrementos de infraestructura en proyectos de transmisión para esta misma central.
También se planea que las compañías intercambien experiencias y mejores prácticas en el ámbito de la generación hidroeléctrica de bombeo, tecnología en la que Iberdrola es líder mundial, con 3 mil 500 MW instalados en España y Reino Unido.
Por lo que respecta a la optimización de la explotación de los recursos gasísticos, el acuerdo contempla el suministro preferente de gas natural a Iberdrola por parte de la CFE en nuevos proyectos, así como la gestión conjunta de los distintos contratos que se firmen. La española está estudiando la viabilidad de diversos proyectos de ciclo combinado y cogeneración que suman más de 3 mil MW de potencia instalada.
Sin embargo el camino para que se noten los beneficios del convenio entre ambas compañías, sería la construcción real de un mercado, tal como lo indica la Reforma Energética, además de tener un tramado institucional y de mercado con competencia para que la generación eléctrica en el país pueda tener fuentes diversas y que los usuarios puedan utilizar la que más les convenga, coincidieron los analistas.
“México aún no está listo para ese paso, no existe una fortaleza institucional ni están claras las reglas del juego, pero estamos en un proceso de construcción”, dijo Miriam Grunstein.
En tanto, el director del IDIC señaló que esto debería ayudar a que los eventos de alarma por falta de energía desaparezcan para la industria, y que la misma tenga la capacidad de planificar mejor sus producciones, lo cual redundaría, en el mediano plazo, en crecimiento económico para las empresas y el país.
Iberdrola tiene presencia en el país de más de 15 años, y es la primera empresa eléctrica privada de México y la segunda después de la CFE.
Con activos de cerca de 4 mil mdd, Iberdrola tienen en México plantas de generación que suman una potencia operativa de 5 mil 260 MW, cuya producción da servicio a más de 15 millones de personas.
Durante el primer semestre del año la compañía española aumentó 30% su flujo operativo (EBITDA) en México gracias a la renegociación de los contratos de proveeduría de electricidad, ello, pese a los márgenes más bajos obtenidos en el negocio por la reducción en la tarifa eléctrica de la CFE, la cual fue utilizada como punto de referencia.
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