En un contexto en que la calificadora Moody’s se encuentra revisando la calificación de Petróleos Mexicanos (Pemex) a la baja, los analistas advierten un entorno desafiante que consideran que durará algunos años.
En el marco de la Conferencia Anual México y su Desafío ante un Entorno Global Incierto de Moodys, la especialista Nymia Almeida, resaltó que la generación sostenida de efectivo y las inversiones en nuevos proyectos son los grandes retos para la petrolera mexicana.
En esa línea, fue enfática al indicar que para la empresa será un reto invertir los 15 billones de dólares que se había anunciado hace un año y explicó que la inversión de capital (Capex) de Pemex pasó de 17,800 millones de dólares a 15,206 millones entre 2012 y 2015. En el mismo periodo, sus inversiones en exploración y producción (rubros que le dan el 60% de los ingresos) pasaron de 14,746 millones a los 11,707 millones.
Sin embargo, Almeida añadió que la empresa todavía tiene flexibilidad de participar y entrar con empresas que lo financien: “Pemex tiene tres alternativas para hacerse de recursos: asociaciones con terceros, venta de activos no estratégicos (como transporte, refinación y petroquímica) y deuda”.
Por otro lado, consideró que fue una decisión prudente de no entrar en la primera licitación, pero consideró que en las futuras licitaciones será necesario que entre, la pregunta es si estará preparada, y consideró que no, sin embargo, señaló que es necesario para poder levantar sus reservas.
La experta también habló en torno a la revisión a la baja que se está analizando sobre la calificación que se tiene de Pemex, en la que se advirtió que si en un lapso de 90 días no hay una respuesta concreta, es muy probable que se materialice el recorte.
Sobre ello, precisó que ésta dependerá “de su eficiencia operativa, que significa su capacidad de bajar costos en un entorno de precios bajos por muchos años y de su flexibilidad financiera: qué opciones de financiamiento va a usar para sus proyectos de crecimiento, la carga fiscal y el soporte que tendría del Gobierno federal".
Y si bien reiteró que la firma mexicana puede hacerse de recursos gracias a los diversos esquemas que hay de financiamiento -como los híbridos de capital- advirtió de las condiciones adversas por el alza del dólar y el posible ajuste de las tasas de interés en Estados Unidos, pueden complicar su situación, además de que debe mejorar su gobierno corporativo para evitar casos de corrupción, “como el de Petrobras”, ejemplificó.
Por su parte, el también especialista en temas energéticos, Adrián Garza, señaló que “Pemex no es la única con problemas de efectivo, sino que varias empresas petroleras a nivel global están recortando sus proyectos de inversión”. Lo cual se explica en gran medida por la caída de los precios del crudo.
Sobre la Ronda Uno
En cuanto al tema de la Ronda Uno, Almeida consideró que las próximas subastas serán más atractivas para las empresas más grandes, “el gobierno ya cedió con cambios importantes en términos de rentabilidad, todo indica que serán mejores”, refiriéndose a los recientes cambios anunciados por la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
Y aunque indicó que los frutos de esta reformar “demorará de dos a tres años para que empiece la inversión y aún más años para ver resultados, es un proceso lento”, aseveró que el proceso de las rondas ha sido rápido. “Por ejemplo Brasil tardó mucho en hacerlo y además, habían muchas dudas sobre que se hiciera la primera licitación”
Sobre los recientes retrasos que se han reportado para las siguientes licitaciones, advirtió: “no es un tema de calendario, sino de cierre de transiciones, de cerrar los contratos”.
Por su parte, Garza reforzó que el tema de los petroprecios afectó la licitación pasada, al igual que ha afectado otras licitaciones en el mundo y por ello, el gobierno revisó en términos de la utilidad que está pidiendo.
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