En un virginal blanco sólo comparable al de la la residencia de la productora, un grupo de intérpretes pop acudió al llamado hecho por Angélica Rivera para grabar una canción en honor a la visita del Papa Francisco.

Después de varios días de especulación, el video de la canción “México se pinta de luz” finalmente fue publicado en la página de Facebook de Rivera donde cosechó principalmente comentarios negativos por la aparente frivolidad del proyecto en un momento en que México pasa por una crisis severa de derechos humanos.

Las críticas contra Rivera han girado en torno a la violación del Estado laico, aunque es importante aclarar que el título de “primera dama” no existe en México, sólo es un apodo ornamental probablemente adoptado del que se usa en Estados Unidos para referirse a la cónyuge del presidente.

Las mismas críticas fueron levantadas en contra del Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera por haber publicado espectaculares que le dan la bienvenida al Papa, sin embargo, Francisco además de ser el líder de la iglesia católica, es también un Jefe de Estado, por lo cual tampoco habría violación al Estado laico, y aún si el Gobierno de la ciudad decidiera dar la bienvenida a un visitante distinguido (digamos el Dalai Lama), tampoco se violaría la separación Iglesia-Estado.

En el video aparecen varios intérpretes de cierta popularidad en México. Quizá la única que realmente sigue siendo relevante en la escena musical es Belinda, pero aparecen también estrellas ya no tan vendedoras como Cristian Castro, Diego Verdaguer, Lucerito, y Pedrito Fernández.

La canción y el video parecen intentar emular el éxito que We are the World tuvo en los años ochenta, cuando Michael Jackson, Lionel Ritchie y Quincy Jones reunieron a más de 50 músicos de primer nivel, como Bob Dylan, Ray Charles y Diana Ross, para grabar un sencillo cuyas ganancias fueron destinadas a financiar ayuda humanitaria en África.

Según informó Rivera, las ganancias que arroje la canción irán al Hospital Infantil de México.