La agencia calificadora Moody’s redujo la perspectiva de México pasando de “estable” a “negativo” al considerar una serie de elementos como el panorama económico internacional y el propio desempeño interno.
Y aunado a este contexto, la firma ve con preocupación el apoyo que el Gobierno Federal ha dicho que dará a Pemex por sus problemas de liquidez y aunque aún no se ha definido de cuánto ni cómo será este apoyo, es percibido con riesgo.
A finales de enero, Luis Videgaray, titular de la Secretaría de Hacienda, confirmó el respaldo a la petrolera, “sin ninguna duda” y dijo que se analizaría una inyección de capital así como el permiso para incrementar su deuda. Ello a condición de que Pemex sea más eficiente, revisara sus costos, ajustara su gasto e hiciera uso de los recursos de la reforma energética para asociarse.
Con ello vino el cambio de directivo y ya a cargo de José Antonio González Anaya se trabajó sobre el recorte de 100 mil millones, en un ajuste concentrado en producción y el posterior compromiso a pagar el 90 por ciento de la deuda con proveedores.
Los analistas de la firma calificadora señalaron que “las dificultades externas pondrán a prueba los esfuerzos de consolidación fiscal del Gobierno y aumentan el riesgo de que el aumento de los niveles de deuda no se estabilicen por encima del horizonte de calificación”.
De frente a ello, dijo que “el riesgo de que los crecientes ratios de deuda no se estabilicen en el horizonte de las calificaciones"
Con esta baja, la nota crediticia otorgada para el país podría bajar también, aunque por ahora se reafirmó en ‘A3’ en el corto plazo, aunque señaló que “el país latinoamericano enfrenta retos para lograr sus objetivos de consolidación fiscal y de estabilización de sus tasas de endeudamiento”.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.