Unas de las primeras medidas del presidente argentino, Mauricio Macri, fue habilitar el Triple Play (telefonía fija, Internet y TV) mediante el decreto que eliminó a los órganos reguladores que había creado el kirchnerismo: la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) y la Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (AFTIC).

Con estos cambios, permitirá el ingreso de las telefónicas en el negocio de la TV por cable, una restricción que imponía hasta ahora la Ley de Medios sancionada por el gobierno de Cristina Kirchner. ¿Por qué Carlos Slim podría ser uno de los grandes ganadores?

El artículo 10 del decreto publicado esta mañana en el Boletín Oficial, que creó el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), modificó un tramo de la ley de telecomunicaciones que creó a la Aftic y establece que “los prestadores del Servicio Básico Telefónico” –las telefónicas- así como los del Servicio de Telefonía Móvil podrán prestar el servicio de Radiodifusión por suscripción –televisión paga-.

La nueva normativa le da luz verde a prestadores de cable a vender sus empresas a las telefónicas, las únicas empresas con una estructura financiera capaz de el tendido de fibra óptica para la transmisión de internet, cable y telefonía. El jefe de gabinete, Marcos Peña, había calificado a ese modelo como “una política pública de comunicación del siglo XXI, con una mirada en la que todos los argentinos puedan acceder a servicios de Internet, telefonía y cable con pluralidad, competencia y modernidad”.

Sin perder el tiempo, el principal accionista de América Móvil mantuvo una reunión secreta hace 15 días con el presidente Mauricio Macri, según informó el periódico argentina Página/12. El encuentro tuvo como objetivo explorar distintas posibilidades de inversión.

La noticia generó malestar en su principales competidores -que también persiguen el negocio del Triple Play- Telefónica y el Grupo Clarín.

Como había anticipado LPO, el magnate mexicano evalúa comprar Telecentro, una empresa que desde años brinda el servicio de Triple Play pero con una habilitación que chocaba con la Ley de Medios kirchnerista. 

Pero también analiza controlar una parte de la Red Federal de Fibra Óptica (Refefo) que construyó el gobierno e incluso comprar capacidad de transmisión satelital de Arsat para poner esa infraestructura al servicio de su expansión en el país.