La estrategia de Miguel Ángel Mancera quedó clara: para poder continuar con su precandidatura presidencial deberá negar la derrota y hacer un trabajo mediático fino para instalar que en realidad hubo un empate entre las dos expresiones de la izquierda en la Ciudad. Sin embargo, una tormenta política se le avecina al interior del gabinete.

Héctor Serrano, hombre de extrema confianza y el principal operador político de Miguel Ángel Mancera, abrió un frente de batalla contra la secretaria de Gobierno Patricia Mercado, quien llamativamente bajó su perfil en los últimos meses.

Serrano apunta contra Mercado por dos grandes motivos. El primero fue el proyecto de combate a la violencia de género, que incluyó el famoso silbato rebautizado en las redes sociales como "el pito de Mancera". La ridiculización del jefe de Gobierno enfureció al titular de la Secretaría de Movilidad, quien acusó a Mercado de haber lanzado esa idea y luego cuando llegaron las críticas guardarse en un conveniente silencio.

En los últimos días, el cerebro de la estrategia electoral de Mancera también acusaba a Mercado por haberse llamado a silencio frente a los resultados en los comicios del último domingo, justo cuando el jefe de Gobierno necesitaba instalar que había un empate.

La secretaria de Gobierno es, junto con Alejandra Barrales, las dos precandidatas más fuertes para la sucesión de Miguel Ángel Mancera. Pero, como sucede con los líderes territoriales, la caída en la imagen del mandatario capitalino es un yunque para su crecimiento en las encuestas.