La reforma energética habilitó el ingreso de las inversiones extranjeras y privadas en el mercado energético de México, después de casi seis décadas de haber nacionalizado y cerrado el mercado para la petrolera estatal. La llamada Ronda Cero distribuyó los campos que quedarían en manos de Petróleos Mexicanos y cuáles se licitarían para los nuevos actores.

Hoy Pemex dio el último paso para romper con esa larga tradición que se inició con Lázaro Cárdenas: su consejo de administración aprobó el primer farmout en uno de sus pozos en aguas ultra profundas. De este modo, la empresa que comanda José Antonio González Anaya también abre sus puertas a las asociaciones con firmar privadas internacionales.

El farmout es una asociación estratégica entre una empresa que tiene derechos de explotación y producción con un tercero (o varios) a quien le transfieren algunos de esos derechos. Con esta asociación, Pemex buscará aumentar su producción sin la necesidad de invertir las enormes sumas de dinero que requieren las exploraciones en aguas profundas.

"Esto es un paso histórico para Pemex, porque se une de este modo a una práctica internacional que apunta al trabajo conjunto entre lo público y lo privado", celebró el secretario de energía, Pedro Joaquín Coldwell, en la conferencia de prensa que encabezó junto a González Anaya.

Según explicaron los funcionarios, el proceso será similar a los que ya se están llevando a cabo en la Ronda Uno. Incluso, se informó que este campo será incluido dentro de la cuarta licitación de la Ronda Uno que se llevará a cabo el 5 de diciembre.

A detalle Coldwell dijo que las bases de la licitación, así como las económicas, estarán alistadas hacia el final de julio, pues primero deberá ser revisado por la dependencia que comanda junto a la asistencia técnica de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), para crear el diseño de contrato y que posteriormente sea Hacienda quien determine el régimen fiscal que llevará. 

"El pozo es el bloque Trión, ubicado en el Cinturón Plegado Perdido (CCP) en las aguas profundas del Golfo de México", detalló González Anaya, y también señaló que la empresa -o las empresas- que decida ingresar deberá desembolsar unos 11 mil millones de dólares en inversión para la parte de exploración.

Por su parte, Anaya sugirió que el número de inversionistas participantes podría rondar entre los tres, ya que para este tipo de yacimientos se suele contar con esa participación, aunque aseveró: "no estamos casados con un número de socios. Eso lo marcará el interés del mercado".  

Trión, ubicado cerca de la frontera con Estados Unidos, tiene un área de 22.6 kilómetros cuadrados y reservas probadas, probables y posibles (3P) de 305 millones de barriles de petróleo crudo equivalente. "Pemex no será operador en este campo, sino que aportará ingenieros y trabajadores en general, además de compartir su tecnología. Las ganancias serán importantísimas", concluyó Anaya, y anticipó que se vendrán más farmouts.