Las internas en el Gabinete están descontroladas. Aunque Mancera no lo quiera, la pelea por la sucesión ya se desató. Como reveló La Política Online, Héctor Serrano ya selló una alianza con Alejandra Barrales. La secretaria de Educación es impulsada al en los acuerdos que ensaya Vanguardia Progresista con ADN para convertirse en la presidenta del PRD.

Esa la jugada que imagina Serrano para colocar una candidata más visible, con varios objetivos: cerrar el paso a las alianzas con el PAN, potenciar una figura camino a la elección por el DF en 2018 y garantizarse así un pie en un eventual nuevo gabinete.

Su elección deja afuera a otros jugadores del Gabinente. Este medio ya explicó que el máximo operador de Mancera se cruzó fuerte con Patricia Mercado, a quien la acusa de jugar individualmente y dejar mal parado al Jefe de Gobierno.

Pero también quedaron desplazados de su estrategia dos hombres de confianza de Mancera. Uno es Manuel Granados, el consejero jurídico que por estas horas intenta culminar la redacción del proyecto de Constitución para ingresar de una vez como coordinador de la bancada del PRD en la Asamblea Constituyente. Desde ahí dará la pelea.

El otro es José Ramón Amieva, actual secretario de Desarrollo Social. Su posición es envidiada por muchos: su área maneja enormes recursos e históricamente se asocia a dirigentes que utilizan la labor social para construir candidaturas.

Y acaso ese sea el mayor problema. Amieva no quiere recibir denuncias por utilizar los padrones de Desarrollo Social con fines políticos, como ya le sucedió a su antecesora Rosa Icela. Por eso bajó el perfil. Sabe entonces que esa secretaría puede ser en realidad un lastre.

LPO pude saber que Amieva mira con buenos ojos la Secretaría de Gobierno. Aprovechando el fracaso de Mercado, apuntaría a convertirse en un secretario más político y así levantar su imagen en las encuestas. Pero Serrano pondrá resistencia…

Quienes conocen a profundidad los pasillos del Antiguo Ayuntamiento repiten hasta el hartazgo que Mancera está encerrada en un cerco construido por Serrano y los hermanos Luis y Julio César Serna. El acceso al jefe de Gobierno debe pasar ese filtro.

Amieva, sin embargo, tiene una relación directa y saltea ese cerco. Esa capacidad de dialogar en corto con Mancera –y la posibilidad de persuadirlo para que lo coloque en la Secretaría Gobierno- habría generado el recelo de Serrano, según relataron fuentes del GDF a LPO.  

Las jugadas en el Gabinete recién comienzan. El tiempo corre y todos los jugadores saben que están ingresando en zona de definiciones. Si Barrales consigue la presidencia del PRD de la mano de Serrano, ¿aceptará Mancera un nuevo cambio de Gabinete para potencia un plan B con un Amieva más político?