Parecía una despedida anticipada. Pero el capítulo de César Cravioto como líder de la bancada de Morena en la Asamblea Legislativa del DF no está cerrado. Los estatutos del partido marcaban que al terminar el año, el grupo analizaría si se cambiaba de coordinador. Más de uno, incluso, recuerda que el propio Cravioto admitía que ya dejaba ese rol. ¿Qué pasó en el medio?

Lo cierto es que el grupo parlamentario no encontró todavía una figura que reúna las caractéristicas de Cravioto, que además de tener experiencia en comunicación -un valor importante para un líder de bancada- es un hombre de extrema confianza de Martí Batres, presidente de Morena en DF.

En las semanas previas a lo que parecía su inminente partida, empezaron a sonar algunos nombres. Néstor Núñez es siempre un posible candidato. Pero su cercanía con Ricardo Monreal representa una traba para el hijo del gobernador de Tabasco.

También sonó, como desde hace tiempo, el nombre de José Alfonso Suárez del Real. Es que, aunque el legislador haya rechazado la posibilidad del puesto por cuestiones personales, su alto perfil dentro de Donceles lo ha posicionado como un hombre donde se instalan varias de las miradas de las bancadas propias y ajenas. 

El 4 de julio pasado, durante un encuentro privado que mantuvo López Obrador con los legisladores del DF, el líder de Morena destacó el trabajo de varios legisladores, entre los que se encontraban Citlalli Hernández Mora y el propio Cravioto.

La semana pasado, y en secreto, los diputados se reunieron en auditorio Colosio del edificio de oficinas que tiene la Legislatura frente al Zócalo. La votación era para definir si mantenían  otro año más a César Cravioto o si avanzaban en un proceso de renovación. El resultado fue un empate. La bancada está definitivamente partida en dos.

Fuentes de Morena revelaron a La Política Online que mañana mismo se repetiría la votación, para ya definir si se cambia el estatuto para dejar paso a una nueva gestión de Cravioto o se revela un nuevo nombre para el puesto. Pero algunos rumores aseguraban que frente a un nuevo escenario de voto fracturado, el cónclave podría posponerse.