Durante un evento en Iowa en julio del año pasado, Donald Trump hizo una declaración que muchos creyeron le costaría la nominación: “No es un héroe de guerra”, dijo en referencia al senador John McCain, quien estuvo cinco años en un campo de prisioneros en Vietnam. “Es un héroe de guerra sólo porque lo capturaron. A mí me gustan los que no fueron capturados”. 

Con encabezados como “Esta vez Trump fue demasiado lejos”, los medios y analistas apostaron a que la candidatura de Trump se desplomaría como su fortuna durante los 90. Estaban equivocados.

Sólo tres días después de insultar a McCain, apareció la primera encuesta que colocaba a Trump como el indiscutible puntero en las primarias republicanas, una posición que no abandonó y que culminó con su oficialización como el candidato republicano hace dos semanas durante la convención nacional del partido. En alguna ocasión Trump declaró que podía dispararle a alguien y ni así perdería el voto de sus seguidores. Seguramente tenía razón. Hasta que se metió con un soldado caído en combate.

Esta semana Trump se ha superado a sí mismo. Parece que desde el que terminaron las convenciones el jueves pasado, el candidato salió decidido a meter la pata y a confirmar la teoría de la conspiración que sostiene que Trump es en realidad un agente encubierto de la campaña Clinton, saboteando a los republicanos desde adentro.

Trump aseguró que bajo su mando, “Putin no va a entrar a Ucrania, ¿entiendes?”. El reportero le respondió que Rusia ya entró a Ucrania. Hace dos años.

Durante una entrevista uno a uno conducida por el George Stephanoupulos de la ABC, Trump declaró que si él llega a la presidencia “Putin no va a entrar a Ucrania, ¿entiendes?”. Esto a pesar de que Rusia ya invadió Ucrania hace dos años, cuando tomaron la región de Crimea. Cuando el reportero le cuestionó que “él ya está en Ucrania, ¿no?”, Trump trastabilló y respondió un sinsentido. Días después, en un evento proselitista, se justificó diciendo que se refería a que no habría nuevas incursiones “bajo mi administración". El daño ya estaba hecho. Fue ridiculizado en prácticamente todos los medios por su ignorancia en temas de política exterior, debilidad que lo ha perseguido desde hace meses.

El caso del Capitán Khan

Uno de los oradores en la convención demócrata fue Khizr Khan, el padre de Humayun Khan, capitán del ejército estadounidense que murió durante la guerra en Irak en 2004. Khan, quien apareció en el podio acompañado de su esposa, acusó a Trump de no conocer la Constitución de los Estados Unidos, de “embarrar constantemente el carácter de los musulmanes”, y de faltarle al respeto a otras minorías así como a las mujeres. “Usted no ha sacrificado nada”, acusó el hombre de origen saudí.

Khizr Khan cuestionó a Trump durante la Convención Demócrata

Por supuesto Trump no pudo quedarse callado, como la prudencia hubiera indicado. No tardó en iniciar una guerra de declaraciones en contra del matrimonio Khan, acusando a la esposa de haber estado sospechosamente silente durante la participación de su marido. Trump declaró en la misma entrevista con Stephanopoulos de la ABC: “Si miras a su esposa, estaba sólo parada ahí. No tuvo nada que decir. Probablemente no tenía permiso de decir nada. O tú dime”.

Cuando Stephanopoulus le preguntó respecto al discurso de Khan, Trump respondió: “¿Quién escribio eso? ¿Los guionistas de Hillary lo escribieron?”

Por si fuera poco, Trump, el billonario que nació en una cuna de oro, se defendió asegurando que había hecho muchos sacrificios por su país: “Yo trabajo muy, muy duro. He creado miles y miles de empleos; decenas de miles de empleos. Construido grandes estructuras. He tenido mucho éxito. He hecho mucho”.

¿Esos son sacrificios?, interpeló el reportero. “Oh, seguro. Creo que son sacrificios”.

La guerra de Trump contra un literal héroe de guerra caído en combate, miembro de una minoría oprimida en occidente (¿No pudo escoger una peor víctima para sus ataques?), provocó un alud de protestas a ambos lados del espectro político.

Como punta de lanza está el senador McCain, quien es además el presidente del comité de las Fuerzas Armadas en el Senado. “En días reciente, Donald Trump ha menospreciado a los padres de un soldado caído”, declaró. McCain explicó que Trump había sugerido que gente como el capitán Khan “no deben ser permitidos en los Estados Unidos” o en su Ejército.

“No puedo enfatizar lo profundamente en desacuerdo que estoy con las declaraciones del Sr. Trump”, declaró McCain. “Espero que el pueblo americano entienda que sus comentarios no representan al Partido Republicano, sus oficiales, o candidatos”.

Los dos funcionarios con más alto rango en el partido actualmente son Mitch McConnell y Paul Ryan, líder de la mayoría en el Senado y vocero de la Cámara de Representantes respectivamente, quienes se pronunciaron discretamente en contra de las declaraciones de Trump, pero no retiraron su apoyo público al candidato.

Trump durante su entrvista con George Stephanopoulos de la ABC

Tras las declaraciones de McCain, quien por cierto tampoco retiró su apoyo a Trump, llegó la renuncia al Partido Republicano de la prominente operadora política y asesora de Jeb Bush, Sally Bradshaw, quien dijo que no podía “en buena consciencia”, darle su voto a Trump. Incluso sugirió que de ser necesario votaría por Hillary para evitar que llegara a la Casa Blanca.

“Creo que Trump es una vergüenza nacional. ¿Realmente ese es el tipo al que le quieres dar los códigos nucleares?”, declaró el Congresista Republicano Richard Hanna.

De igual modo esta mañana el congresista de Nueva York Richard Hanna, se convirtió en el primer miembro republicano del Congreso en declarar que votaría por Hillary en noviembre: “Creo que Trump es una vergüenza nacional. ¿Realmente ese es el tipo al que le quieres dar los códigos nucleares?”, declaró.

¿El inicio del fin?

La Política Online habló con el Dr. Richard Herrera, profesor de Ciencias Políticas en la Arizona State University, quien opinó que la deserción y protestas por parte de miembros de la élite partidista sugiere que “el partido al más alto nivel no está siguiendo a Donald Trump”.

“Podría tener consecuencias serias en el corto plazo”, explicó Herrera. “Puede cambiar el apoyo que el partido le ha brindado a Trump. Sólo tomó unos cuantos días para que un número de personas de alto nivel se distanciaran de Trump”, dijo.

“Están creando una distancia. No quieren estar asociados con esas declaraciones”. Sin embargo, antes de que fuera ungido como el candidato oficial de los republicanos, miembros prominentes del partido ya habían atacado a Trump, sin ningún efecto en el electorado.

“Trump ha activado a ciertas personas que quizás eran republicanos naturales, pero que no habían sido políticamente activos en el pasado. Esa es una de las razones por las que no están prestando atención a lo que dice Sally Bradshaw o Jeb Bush, o Mitt Romney. No les prestan atención porque nunca les han prestado atención. No creo que eso cambie”.

De acuerdo al Dr. Herrera, la caída en las encuestas para Trump no vendrá de las críticas desde el liderazgo del partido, sino de los propios votantes: “Si siguen las tendencias actuales no creo que sus denuncias importen. Creo que será la campaña en sí misma a la que los votantes empezarán a reaccionar de forma negativa”.

Esta semana Trump se desplomó siete puntos por debajo de Hillary Clinton, en parte debido a la exitosa convención demócrata, pero sin duda su pleito con los Khan jugó un rol importante.

Esta semana Trump se desplomó siete puntos por debajo de Hillary Clinton, en parte debido a la exitosa convención demócrata, pero sin duda su pleito con los Khan y su ignorancia en el tema de Crimea jugó un rol importante.

“Creo que la gente a la que le gusta Trump no va a cambiar de opinión”, explicó Herrera. “No importa qué diga McCain o nadie más. Pero otros votantes que son independientes o que no tienen una preferencia partidista, ellos podrían alejarse de él. Podrían pasarse con Clinton, o podrían no votar”.

Aún sin la caída que sufrió esta semana, Trump tiene un camino difícil a la Casa Blanca sin el voto latino. De acuerdo a Herrera un candidato presidencial necesita se las va a ver muy difíciles si no cuenta con por lo menos el 45% del voto de la comunidad hispana, número inalcanzable para el candidato republicano.

“No es imposible, se puede hacer”, explicó, “pero depende de cuántas personas vayan a votar, no sólo latinos sino de otros grupos demográficos”. Los hombres blancos en especial podrían inclinar la balanza a favor de Trump, “particularmente los hombres blancos con bajos niveles educacativos”, precisó el especialista. “Pueden contrarrestar el efecto del voto latino, pero pasar los 217 votos electorales es muy difícil sin el 45% del voto latino”.

"Retiren su apoyo a Trump"

Esta mañana durante una conferencia de prensa no relacionada, el propio presidente Obama demandó al liderazgo del Partido Republicano que retirara su apoyo al candidato.

“El candidato republicano no está preparado para ser el Presidente. Lo dije la semana pasada y él sigue confirmándolo”, dijo.

“La noción de que atacara a una familia gold star (título otorgado a los familiares de los soldados caídos en combate), que han hecho sacrificios tan extraordinarios por nuestro país; el hecho de que no tenga ningun conocimiento en temas críticos en Europa, en Oriente Medio, en Asia, significa que no está preparado para hacer este trabajo”.

Y cuestionó: “Esta no es sólo mi opinión. Lo interesante son las repetidas denuncias de sus declaraciones por parte de republicanos prominentes, incluyendo al Vocero de la Cámara, y el líder de la mayoría en el Senado, y republicanos prominentes como John McCain, y la pregunta que tienen que hacerse es ¿Si en repetidas ocasiones tienes que declarar que lo que dijo él es inaceptable, por qué siguen apoyándolo? ¿Qué dice eso de su partido, que este sea su abanderado?.

“Esto es de todos los días, todas las semanas tienen que distanciarse de las declaraciones que hace”.