Enrique Ochoa habría reforzado en las últimas horas la indicación para la bancada del PRI del Congreso de Nuevo León: que se rechacen las cuentas públicas correspondientes al ex gobernador Rodrigo Medina y que se comunique como un compromiso del partido con la transparencia.

El líder nacional comentó esto la semana pasada en un encuentro con su grupo de colaboradores más cercano. Héctor Gutiérrez de la Garza, integrante del staff de Aurelio Nuño y priista de peso en Nuevo León también envió mensajes similares de cara a la sesión del Congreso que comenzará a tratar las cuentas públicas correspondientes a la administración de Medina. Hasta el momento la aritmética indica que os diputados del tricolor rechazarán unas 40 cuentas dentro de las cuáles están las 20 más conflictivas.

Ochoa entiende este gesto como la posibilidad de relanzar el partido en la entidad norteña, donde el pasado viernes  Carlos Barona asumió la jefatura de la CNOP con un fuerte mensaje de unidad y una gran demostración de poder ya que estuvieron presentes alcaldes, legisladores estatales, senadores y diputados federales de peso.

Hasta el momento Ochoa está demostrando una cercanía a las figuras del Partido en Nuevo León que Manlio Fabio Beltrones, por distintos motivos, nunca se interesó en desarrollar más allá de colocar a Cesar Cavazos como líder estatal.

Para el entorno de Medina el movimiento es coherente con las especulaciones propias: que Ochoa solo es el ejecutor de una maniobra que tiene como verdadero ideólogo a Luis Videgaray quien siempre tuvo una relación de tensión con el ex gobenador.