Gustavo Madero volvió a sentir un duro revés cuando Marko Cortés y Ricardo Anaya finalmente le comunicaron que no sería el elegido como presidente de la Mesa Directiva de San Lázaro. Aunque la versión oficial y pública expresará consenso y unidad, lo cierto es que hubo momentos de extrema tensión en la plenaria.

Ante la prensa, Cortés celebró la "unidad" y agradeció el "apoyo" de todos los sectores para llegar a este presunto consenso. "Como líder de bancada, debo decir que estoy agradecido con todos los que aspiraban también a tener esta responsabilidad. Agradezco públicamente a Gustavo Madero que se haya sumado a esta propuesta", dijo.

Pura diplomacia para la prensa. La Política Online tuvo acceso a los detalles de la reunión que se llevó a cabo en Morelos. En rigor, el ex dirigente nacional del PAN expresó -visiblemente molesto- que estaban fallando una vez más a los acuerdos previos, acusándolos siempre con diplomacia de traición.

No respetan los acuerdos y quiero dejar otra vez constancia que no comparto esta decisión.

Madero les comunicó que no compartía la decisión de colocar a Javier Bolaños y María Guadalupa Murguía en ese rol, cuando había un compromiso ya sellado. "No respetan los acuerdos y quiero dejar otra vez constancia que no comparto esta decisión", los enfrentó en medio de la plenaria.

Pero demostrando su voluntad orgánica, afirmó que no hará declaraciones públicas que compliquen la unidad de la bancada, ni organizará ningún tipo de represalia con los diputados que aún responden a su tradicional liderazgo. No hay que olvidar que todos los legisladores llegaron a San Lázara gracias al "palomeo" de las candidaturas que todavía dependían de Madero.

Cuartoscuro

Madero ya había realizado una acusación similar un año atrás, cuando dejó la presidencia del PAN anticipadamente para dejar que sea el joven queretano -su sucesor- el que elija a las autoridades de bancada. "Y me dieron un manotazo", acusó.

Claro. Madero esperaba salir de la presidencia del PAN y conseguir sin problemas la coordinación de la bancada. No fue así. En un giro inesperado, Anaya optó por otro perfil joven y fresco: Marko Cortés. Para calmar los ánimos y no generar fracturas en la bancada, Anaya le prometió entonces que lo compensaría con la Mesa Directiva. Tampoco cumplió.

LPO tuvo acceso a los detalles de la reunión que se llevó a cabo en Morelos, en donde Madero expresó visiblemente molesto que estaban fallando otra vez a los acuerdos previos. Los acusó de traición.

Fuentes del PAN explicaron que en el entorno de Anaya se debatió mucho la decisión. Mientras que un grupo de asesores le recomendaba ceder la Mesa Directiva ante un "histórico decano" del grupo parlamentario -y evitar así cualquier fractura-, otros le recordaban los casos de corrupción que trascendieron durante la presidencia de Madero.

Entre los detractores también circulaba un razonamiento lógico: ¿Qué mensaje se estaría enviando a Margarita si se elegía a Madero? Aunque por ahora sea adversaria, una eventual futura alianza con Zavala pagaría mayores dividendos que retomar un vínculo por el momento poco fértil.

Anaya optó entonces por reforzar su alianza con Marco Adame, el ex gobernador de Morelos, al elegir a Javier Bolaños. Así, empieza a construir un nuevo candidato a gobernador para recuperar otra entidad que ahora está en una severa crisis política.

Un dato: Juan Pablo Adame, el hijo del ex mandatario morelense, está a cargo de la Coordinación Nacional de Estrategia Digital del PAN, y se ha convertido en una pieza muy cercana al "joven maravilla".