La decisión de Fitch de elevar la calificación crediticia de Nuevo León deja en un lugar protagónico al tesorero Carlos Garza, que está a cargo de la política económica del gobierno de Jaime Rodríguez. Según informó la calificadora, la mejora para el Estado se sustenta en los últimos números que arroja el Ejecutivo referidos a una mayor recaudación, una mayor austeridad respecto al gasto y la puesta en marcha de un plan de reestructura de la deuda.

Garza es cercano al coordinador ejecutivo Fernando Elizondo. La semana pasada había emitido declaraciones cruzadas con el gobernador respecto al futuro del pago de tenencia. Mientras el Tesorero dijo que debía revisarse el proceso de quita de la misma por la necesidad del Estado de recaudar, el Bronco salió al cruce y sostuvo que ese pago sería eliminado, tal como prometió durante la campaña.

En paralelo Garza sigue de cerca el plan de recorte de empleados estatales ya que será otra de las variables cruciales para ajustar el gasto. Este movimiento ya está generando tensiones en los ámbitos gremiales y se espera que estas vayan en aumento.

Ambos temas generan que la novedad de la calificadora Fitch llegue justo a tiempo ya que la firma reconoce en gran medida el diseño económico elaborado por Garza y Elizondo para el futuro inmediato del Estado. Aspecto elemental si se consideran las internas que existen en el Palacio de Cantera.

Con buena imagen en la Secretaría de Hacienda de Luis Videgaray, el Tesorero asiste a las reuniones que el Bronco organiza con los principales hombres del gobierno en el Casino Monterrey y también tiene llegada directa con los alcaldes que requieren diferentes ayudas financieras.