La semana pasado algunos de los banqueros más prominentes del paÃs coincidieron sobre el final de la tarde en una sala de juntas, en Lomas de Chapultepec, con la intención de evitar miradas indiscretas. Apagaron sus celulares durante una hora y acordaron una estrategia sobre una cuestión que los inquieta: la eventual salida de Luis Videgaray de la SecretarÃa de Hacienda para animarse a una aventura electoral.
A la par de que crecen las especulaciones sobre un cambio en el Gabinete que llegarÃa con el informe de Enrique Peña Nieto -algo que el Presidente se encargó de desmentir-, se acrecienta el malestar en estos hombres de negocios que creen que el paÃs está en una situación en extremo delicada para cambiar al capitán del manejo macroeconómico.
En ese encuentro sostuvieron sus percepciones sobre el crecimiento de la deuda sobre el PIB, la desaceleración que repercute en menos consumo interno, el revés reciente de las calificadoras, un déficit externo creciente y que no llega a ser cubierto con la inversión extranjera y la posibilidad de burbujas inmobiliarias en algunas entidades del paÃs.
La reunión se propició porque a uno de los integrantes de esa cumbre privada le llegó un mensaje que fue casi la confirmación de que Videgaray buscarÃa ser gobernador del Estado de México en 2017 ante la realidad de que las encuestas lo ubican muy atrás para la presidencia.
El problema es que si asà fuera antes de fin de año deberÃa dejar la SHCP. Esa agenda es la que irrita a los banqueros que además son muy escépticos sobre potenciales sucesiones en el esquema de poder montado por el funcionario.
Cuando analizan la historia reciente, destacan que el recambio de Enrique Ochoa en la CFE no ha dejado contento a casi nadie. Jaime Hernández fue objetado hace 15 dÃas en un encuentro de Videgaray con los grandes industriales de Monterrey.
Algo similar sucede en Pemex: la salida de Emilio Loyoza que era un hombre de la banca por José Antonio González Anaya es vista por ahora con insatisfacción porque se considera que el sucesor es demasiado complaciente con las viejas estructuras de Pemex que no terminan de aceptar la parte medular de la reforma energética y porque además hay alguna queja sobre su manejo del caso Oceanográfica, que golpeó al Banamex.
Los banqueros temen que tras Videgaray llegue una figura que no este a a altura de las circunstancia en un paÃs que parece encaminarse directa hacia zonas de turbulencias.
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