La pelea entre el gobierno de Enrique Peña Nieto y Carmen Aristegui parece no tener fin. El econo y las broncas mutuas son inocultables. La periodista más famosa de México está convencida que desde Los Pinos se orquestó una persecución en su contra desde que publicó la investigación de la Casa Blanca. Ahora, en el PRI creen que ella inició una contraofensiva con ayuda de Carlos Slim.
Esta mañana, el prestigioso The New York Times publicó un duro editorial reclamando mayor libertad de expresión en México. El consejo editorial le exigió a Peña Nieto una ley para frenar la "intimidación judicial" contra la prensa. Se trata del mismo pedido que viene realizando Aristegui.
"El Sr. Peña Nieto -quien nunca ha explicado completamente las sospechas por sus arreglos de bienes raÃces- emitió una disculpa en julio. SerÃa más creÃble si el presidente encabezara un esfuerzo para evitar que las personas poderosas hagan uso de demandas judiciales para intimidar a la prensa", dispara la columna.
Y agrega: "La efectividad del nuevo Sistema Anticorrupción para terminar con la cultura del amiguismo en México dependerá en gran medida de que los periodistas sean capaces de investigar e informar acerca de la clase dominante".
The New York Times pone como ejemplo el caso de Aristegui. Y de este modo vuelve alimentar las teorÃas conspirativas en el PRI. El periódico es observado con recelo desde el entorno presidencial ya que suelen alegar que desde que Carlos Slim ingresó como accionista se han vuelto habituales los embates contra Peña.
En diálogo con La PolÃtica Online, fuentes del PRI recordaron que hace pocos dÃas se publicó otro reportaje sobre la administración de EPN, en donde se afirmaba que el Gobierno pagó a una compañÃa para realizar espionaje sobre diversas figuras de las vida pública como periodistas, analistas e incluso activistas. "No es algo nuevo", aseguraron.
La trama de especulaciones cruzadas no termina aquÃ. Como ya reveló LPO, Aristegui intenta regresar a la radiofonÃa desde hace largos meses, pero diferentes retrasos en la logÃsitca -demoras en la mudanza de sus oficinas y en construcción de su cabina de transmisión- vienen retrasando el tan esperado lanzamiento.
Cuando Aristegui logró terminar su cabina, sintió en sus primeras pruebas que el edificio "temblaba", situación que afectaba al sonido. Supo entonces que en el predio vecino se iniciaba la construcción de un enorme torre. Por algunos dÃas creyó que la obra estaba en manos del Grupo Hinojosa, y que el uso de la maquinaria pesada era adrede para complicar su proyecto.
Pero, ¿por qué desde el PRI apuntan al vÃnculo con el magnate? La relación entre el empresario y la periodista es un foco histórico de comentarios e incluso de burlas. En el tricolor comentan sobre la supuesta cercanÃa de Carmen Aristegui con Andrés Manuel López Obrador, unión que serÃa "promocionada" por Carlos Slim.
También recuerdan que la potencial reforma en telecomunicaciones fue la pelea de fondo en las elecciones de 2012. En una interesante entrevista de Aristegui al entonces candidato Peña Nieto, le preguntó si "le darÃa el tÃtulo de concesión a Slim para que pueda brindar televisión". También intentó mostrar el fuerte lazo de Televisa con el postulante priista.
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