La política de la austeridad de la cual Jame Rodríguez Calderón pretende hacer una de sus banderas comienza a quedar en duda. En las últimas semanas implementó un recorte en distintas dependencias y completó un número cercano a 1200 empleados despedidos a los cuales se sumaron 80 burócratas sindicalizados a los cuáles, tras la intervención de gremio, fue preciso pagarles importantes indemnizaciones.

El problema es que en paralelo, desde que comenzó el Gobierno, ingresaron unas 2500 personas a la administración estatal. Esto genera inquietud en el gabinete porque los secretarios que ejecutan el ajuste suelen ser interpelados con ese dato. De hecho, en esa lista de nuevos empleados abundan funcionarios con sueldos que van de los 40 mil a los 60 mil pesos mensuales mientras que la mayoría de los desplazados registraban ingresos más bien bajos.

La gran mayoría de los nuevos empleados fueron para las Secretarías de Seguridad, a cargo del general Cauthemoc Antúnez y luego a la Secretaría de Gobierno que está a cargo de Manuel González. Este dato se conoce en el Gobierno y ha desatado el malestar en el entorno de Fernando Elizondo.

La situación esta generando tensión a nivel sindical donde ya existe un malestar con el Bronco por los manejos recentes del ISSSTELEON, el sistema de pensiones de los burócratas donde se registran críticas a la gestión de Manuel Vital, empresario de García cercano al gobernador.

Esta semana hubo distintos acercamientos de los sindicatos con el entorno del gobernador incluso con la posibilidad de renegociar una baja a las prestaciones a los salarios con tal de no despedir más empleados pero por ahora no habría una solución en el corto plazo.