Miguel Ángel Mancera aprovechó su Cuarto Informe de Gobierno para seguir enviando señales claras: con un perfil cada vez más opositor, su distanciamiento con la administración de Enrique Peña Nieto es cada vez más evidente. Su campaña presidencial ya comenzó.
La jornada comenzó con un fuerte operativo de seguridad y un recinto medio vacío, que poco a poco se fue llenando. Después del posicionamiento de todas las bancadas en la Asamblea Legislativa del DF, recién a las 14:00 comenzó el discurso de Mancera.
El Jefe de Gobierno había escuchado sin mayores sobresaltos las suaves críticas que se presentaron sobre su gestión. No hubo grandes denuncias, pero sí destacaron los temas de inseguridad, medio ambiente y vialidad.
También se reiteró la preocupación por los recursos para la Ciudad, en medio del debate del Presupuesto 2017. De manera unánime, los diputados pedían que el mandatario se pronuncie en contra del recorte.
Hábil, Mancera eligió ese tema para abrir su presentación, mostrando una vez más su voluntad para confrontar con el Gobierno de Peña Nieto. Aprovechó la presencia de Miguel Ángel Osorio Chong -no sólo titular de la Segob, sino también principal precandidato del PRI- para exigir que no se "ahorque" a la Ciudad.
“Hago un llamado respetuoso pero enérgico al Gobierno Federal para que no se ahorque a la Ciudad y se respete el Fondo de Capitalidad”, dijo Mancera.
Se refirió así a los recortes planteados en el Paquete Económico presentado por José Antonio Meade, que incluyen ajustes al Fondo de Capitalidad, de Fortalecimiento de Infraestructural Estatal y Municipal, así como el plan de ampliación de las Líneas 9 y 12 del Metro de la Ciudad de México.
La defensa
Mancera también aprovechó para defender dos puntos que fueron blanco de críticas: la seguridad, contaminación y vialidad. Sobre el primer punto, reconoció que existe una sensación de inseguridad pero aseguró que el gobierno no está "inerte". Dijo: "Tengan confianza de que estamos trabajando”.
Argumentó entonces que su gobierno está desarrollando una batería de medidas contra la inseguridad, como la implementación de 26 estaciones de policía y la instalación de cinco mil cámaras en diferentes puntos del DF.
“Actuamos en forma responsable. Las decisiones que adoptamos fueron en cumplimiento del deber y no con base en cálculos del beneficio personal”, dijo sobre las contingencias ambientales y el nuevo reglamento de tránsito, medidas muy criticadas desde la oposición.
Los anuncios
El Jefe de Gobierno también aprovechó para dar algunos anuncios. Uno de ellos es que la capital contará con un nuevo sistema de semaforización inteligente que agilizará 30% el desplazamiento de vehículos particulares en más de 3 mil intersecciones.
Señaló que el Segundo Piso de Periférico también será una ruta para el transporte público y anunció que a partir del próximo 25 de septiembre camiones de gas natural usarán los segundos pisos para ir a Toreo, Tepepan, Reforma y Santa Fe.
Anunció también la construcción de un Papalote Museo del Niño en la delegación Iztapalapa, cuyos beneficios se extenderán hasta el Estado de México.
Por último volvió a insistir con otra de sus banderas de gestión: el aumento del salario mínimo. “Ya dimos el primer paso, pero no es suficiente”, dijo y relanzó así una nueva convocatoria para la reivindicación salarial.
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