El nuevo Gobierno de Brasil alista la privatización de cuatro aeropuertos, siete empresas de energÃa, tres empresas de saneamiento ambiental, además de la concesión de tres ferrocarriles, tres carreteras y dos puertos. Está también previsto vender parte de las loterÃas de la Caja, de subastar tres campos de explotación de petróleo y de cuatro áreas de minerÃa.
La privatización de los aeropuertos de Salvador, Porto Alegre, Fortaleza y Florianópolis ya fue intentada por el gobierno anterior pero sin resultados ya que se pretendÃa que el Estado siguiera en poder de un 40% de las acciones de los aeropuertos. En el nuevo esquema el Estado no será socio lo cual ha despertado el interés inicial en grupos operadores de aeropuertos en México como Grupo OMA, Grupo Asur (que opera los aeropuertos del sureste) y el Grupo Aeroportuario del PacÃfico que opera en México y en la Caribe.
Semanas atrás Temer manifestó en entrevistas radiales que aspiraba privatizar los aeropuertos de Santos Dumont (RÃo de Janeiro) y Congonhas (São Paulo), entre los cuales se sitúa la ruta área de mayor circulación de Brasil. Pero finalmente el plan oficial incluyó solo a los principales aeropuertos del mercado turÃstico.
Tras admitir que el proyecto carecÃa de apoyos durante el mandato de Dilma Rousseff, Temer afirmó que ahora "no hay resistencias en el área económica". "Tampoco hay mÃas", insistió. Con la iniciativa, las autoridades brasileñas pretenden llegar al objetivo de superar el déficit fiscal.
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