Quedó claro que fue una decisión política. La necesidad de dar una señal de transparencia hacia la opinión pública obligó a Enrique Peña Nieto a sacrificar a Javier Duarte, un ex aliado que habría hecho sus aportes para la campaña presidencial de 2018.

Por eso, Enrique Ochoa Reza -tampoco Arturo Zamora, vocero de la Comisión de Justicia del PRI- terminan de fundamentar con documentos o algún otra prueba la decisión. En concreto, ¿por qué el PRI suspendió a Duarte? Pese a las múltiples denuncias que tiene en su contra, la justicia todavía no ha logrado probar ningún ilícito.

"El PRI se anticiparon a quitarle los derecho a Javier Duarte porque saben que podría terminar preso. Mejor quedar blindados y con el argumento de que ellos primero lo suspendieron", opinó el diputado panista Federico Döring.

Zamora explicó ahora deberán esperar que la Procuraduría General de la República concluya la investigación contra el gobernador de Veracruz para determinar si lo expulsa o no del partido.

Como sea, en el tricolor seguirán con este nuevo sello que inteta darle Enrique Ochoa, en su incipiente combate contra la corrupción. “Vamos a colaborar con los órganos de impartición de justicia que llevan las investigaciones sobre el caso de Javier Duarte", anticipó Ochoa.

Ahora, desde el PRI anticipan que irán con Roberto Borge, el otro mandatario que intentó imponer un fiscal anticorrupción antes de dejar el cargo. Aunque todavía no hay una fecha concreta para esta resolución, el ex gobernador de Quintana Roo sería el próximo en la mira. En el listado de apuntados, un poco más atrás aparece César Duarte, mandatario de Chihuahua.

"Aquí hay denuncias de la Auditoría Superior de la Federación en contra de Javier Duarte, pero no hay en contra del gobernador César Duarte ni en contra de Roberto Borge. Por decirlo de alguna manera, ellos tienen sus cosas en orden con respecto a sus cuentas con la federación, los señalamientos son de otro tipo de delitos y tiene más competencia en el ámbito local", intentó diferenciar Jorge Carlos Ramírez Marín, vicecoordinador de la bancada del PRI en San Lázaro.

Quien no figura llamativamente es Rodrigo Medina, acaso el que estuvo más asediado por la Justicia. "A Rodrigo no lo tocan porque es el más cercano a Peña Nieto", se quejó un diputado de Veracruz.

Como reveló tiempo atrás La Política Online, entre quienes frecuentan la cotidianidad de Los Pinos circula el rumor de que Medina ha establecido un contacto periódico con el Presidente tras su salida de Nuevo León, al punto que en los últimos meses habrían celebrado algunas partidas de golf a solas.