La refinería de Pemex en Cadereyta reportó durante agosto una nueva baja en la producción de combustibles, con lo que llegó apenas al 30 por ciento de su capacidad instalada.  La de Cadereyta es de las tres refinerías  que Pemex ha modernizado en los últimos 15 años para producir más gasolinas y diesel. Es por eso que la baja en su rendimiento resiltala la idea de que la petrolera se retire del segmento de refinación de combustibles.

  Así, en lo que va del año ha dejado de producir unos 40 mil barriles diarios de gasolinas y 30 mil barriles de diésel. La última cifra de producción tan baja en Cadereyta se registró en mayo del 2011, cuando la refinería procesó sólo 81 mil 700 barriles diarios.

 El de Cadereyta se trata de un caso testigo de la situación actual de las refinerías de Pemex. Accidentes industriales y mantenimiento de plantas reducen la oferta de combustibles que debe suplirse con importaciones. Las explicaciones de la empresa suelen referirse a la falta de agua.

José Antonio González Anaya  busca compradores que adquieran participaciones en las refinerías y alivien la carga financiera de la compañía en momentos de escasa liquidez. Recientemente dijo que 10 bancos internacionales están interesados en ayudar a Pemex a vender esas participaciones.

No solo es un problema de infraestructura. La caída de los precios de la gasolina en Estados Unidos es otro aliciente para que Pemex importe en lugar de refinar crudo.