Hace 30 años un grupo formado por las cadenas detallistas líderes en el país y productores de la talla de Bimbo y Coca-Cola, se unieron para masificar el uso del código de barras en todos los productos disponibles en supermercados y tiendas detallistas, proyecto que impulsó el comercio en el país y facilitó el crecimiento del sector. La asociación sin fines de lucro que crearon hoy se llama GS1 México y forma parte de una red global de organismos dedicados al desarrollo e impulso de estándares para el comercio electrónico. Además del código de barras, GS1 México ha colaborado en la creación de estándares para el uso correcto de tecnologías como el código de barras, la identificación mediante tecnología de radio frecuencia para fines comerciales (RFID), o el de la Factura Electrónica, desarrollado de la mano del SAT y la Secretaría de Hacienda.

Con motivo del aniversario treinta de la asociación, La Política Online entrevistó a Mario de Agüero, director general de GS1 México. De Agüero es ingeniero químico y entró como director general de GS1 México hace dos años; antes de eso fue director general en México de Evenflo, multinacional líder en la producción de artículos para bebés e infantes.

A treinta años de la creación de lo que hoy es GS1 México, ¿a qué retos se enfrentan en el mercado actual?

Ha sido un aprendizaje tremendo. El reto es dar a conocer todo lo que hace GS1 México. Estamos atrás de muchas cosas que suceden y el consumidor y las empresas muchas veces no saben la fuerza de nuestros estándares. Somos una herramienta para potenciar todo lo que se puede hacer con los estándares electrónicos.

Hoy existen nuevas tecnologías para identificar productos a nivel de piso de venta, ¿aún hay un futuro para el código de barras?

Hay un futuro y hay nuevas tecnologías, pero que tan cercanas esté su masificación en el mercado, nadie puede pronosticarlo. Una de las maravillas del código de barras es que es un estándar tan sencillo de usar, tan divulgado, que cambiarlo implicaría un impacto económico tremendo. Hoy en día existen en el mercado escáneres de menos de 500 pesos que cualquier tiendita puede instalar. Hacer un cambio en puntos de venta representaría un gasto tremendo.

LPORodrigo González Olivares

¿Qué otras tecnologías interesantes existen en términos de identificación de productos?

Todo lo que tiene que ver con radiofrecuencia, que nosotros llamamos EPC (Código Electrónico de Producto). Ya se usa, y afortunadamente es una tecnología que se abarato y perfeccionado con los años. Se utiliza como sistema de seguridad, o para identificar los productos y hacer control de inventarios.

Hay otras tecnologías que se están utilizando basadas en el código de barras, pero no las vemos. Por ejemplo, existe una tecnología en la Unión Europea en la que el código no es visible, va oculto en la etiqueta del producto, como marca de agua.

En países como Estados Unidos se utiliza la radiofrecuencia en supermercados para hacer cobros automáticos a la tarjeta de crédito del cliente al salir de la tienda, ¿esto se implementará en México?

En México el sector detallista es cada vez más sofisticado. Tenemos supermercados tipo bodegas, hasta otros para el consumidor de alto poder adquisitivo. Estas tecnologías probablemente empezarán en estos sectores de alto nivel donde el cliente buscan una experiencia de compra, y no está tan interesado en los precios bajos. El gran reto para nosotros es promover estas tecnologías y acercarlas al consumidor.

¿Cómo están promoviendo estos desarrollos?

Es una buena pregunta, porque no fluyen las cosas como quisiéramos. Hay proyectos en los que GS1 tiene que hacer une esfuerzo para demostrar los beneficios que tendrían para el mercado. La otra es la colaboración. Parece mentira, pero en nuestro país la colaboración es compleja para ponernos de acuerdo entre todos los actores para llegar a un estándar con el que todos coincidan.

¿Cómo es la relación con el Gobierno? ¿Realizan ustedes esfuerzos de cabildeo para impulsar la adopción de estas tecnologías con las instancias públicas o en el Legislativo?

No tenemos cabildeo a niveles de Secretarías o ante el Congreso, pero estamos participando muy de cerca con el SAT y la Secretaría de Economía. Por ejemplo, en el tema de la Factura Electrónica hay una serie de documentos que no hemos podido estandarizar, como la adenda que va de la mano de la factura. No nos hemos puesto de acuerdo porque se habla de que es un documento comercial, no fiscal, entonces la autoridad no quiere intervenir en cuestiones comerciales. Pero la falta de un estándar cuesta dinero y tiempo a los ciudadanos que tienen que elaborar distintos tipos de adendas.

¿Y en temas de comercio exterior?

LPORodrigo González Olivares

Con la Secretaría de Economía hemos trabajo para apoyar a las empresas y prepararlas para los convenios internacionales que existen y los que vienen, como el TPP. Los productos viajan de un lado a otro y los gobiernos están preocupados por cuestiones de control, trazabilidad y seguridad. Ahí es donde GS1 juega un papel interesante en la correcta identificación de los productos. Son temas que tienen que ver con cuestiones de salud pública, o para evitar la falsificación de productos. Estamos colaborando con nuestra contraparte en Hong Kong para desarrollar proyectos de trazabilidad usando la tecnología de radiofrecuencia para proteger el tequila, por ejemplo. La expansión del tequila es tal que hay problemas de falsificación. Con nuestros estándares, usando marbetes de radiofrecuencia, podemos identificar que los productos sean originales y estén controlados. Darle certeza al consumidor.

¿Colaboran con las pymes?

GS1 México tiene cerca de 15 mil asociados activos, de los cuales el 90% son pymes, y ahí es donde está la labor más importante de GS1. Las grandes empresas internacionales de alguna manera sobreviven y salen adelante, pero a las más chicas como las apoyamos, desde explicarles que necesitan un código de barras para comercializar sus productos a través de los canales establecidos, como tiendas de conveniencia o supermercados.

Una recesión, por ejemplo, puede ser benéfica para empresas que se veían bloqueadas por la importación de productos muy baratos. La sustitución de importaciones representa una oportunidad para algunos. Hace un mes tuvimos un evento llamado fábrica de negocio donde asistieron dos mil personas buscando comercializar y mejorar sus productos. GS1 tiene un rol importante a través de estos foros y a través de la capacitación que tenemos en nuestra sede y con acuerdos con las secretarías de economía en toda la República.

Cuando cambió el tema fiscal invitamos al SAT y aquí reunimos a las empresas para explicarle a las pymes los cambios.

También tenemos un programa de apoyo para explicar a los pequeños productores cómo venderle a una cadena detallista grande: qué piden, qué es necesario para entrar a lugares como Walmart, cómo catalogar el producto. Tenemos el catálogo electrónico que es lo que usan las grandes cadenas detallistas para catalogar los productos que venden. Nosotros damos este servicio de captura para las empresas y los pequeños y grandes productores. Las cuotas que cobramos van en proporción al tamaño de la empresa. Una pyme paga una cuota realmente baja. De alguna manera las grandes empresas pagan más y así ayudan a las pequeñas, así modernizamos el comercio de estos pequeños productores.

¿El Gobierno podría hacer mayores esfuerzos para impulsar la tecnología en el comercio?

El Gobierno tiene el gran reto de digitalizar todos los procesos. Hoy tramitar tu pasaporte implica llevar copia de tu acta de nacimiento, de matrimonio, casi casi tu certificado de primaria. Es una documentación que si la tuviéramos digital todo esto sería muy sencillo. Para los que vivimos en las ciudades bueno, pues pierdes una mañana en hacer el trámite y listo. Pero para la gente que vive en puntos remotos, venir a una ciudad o capital de estado es costoso y consume tiempo. El tener los documentos digitales permitiría hacer este tipo de trámites vía remota y tener una base de datos confiable. El gran reto en este tema del comercio y la digitalización es esta parte de documentos básicos y trámites.

GS1 está participando en algunas iniciativas de este tipo, donde exista un solo portal, un solo tramite una sola fuente de información. Que no tengas que entrar a un lugar para dar de alta a tu empresa en una cámara de comercio, y luego de nuevo para hacerlo en una secretaría, y luego ir a buscar el permiso de otra secretaría. Y creo que es el gran reto del Gobierno en este tema, y GS1 puede participar con la experiencia que tiene, y con la experiencia que tienen en estos temas nuestros pares en otros países del mundo.

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¿Qué ven para el futuro del comercio electrónico?

En el horno hay varios proyectos. Hay un cambio que puede ser trascendental. Cambiar del modelo que se conoce como business to business a uno de business to cosumer. La base de información sobre productos que tiene GS1 es muy valiosa, y queremos crear una plataforma para que el consumidor pueda acceder a ella. Escaneando el código de barras se podría obtener información básica de calorías, grasas, alérgenos; todo a partir del código. Llevar toda esta información al consumidor. Y no solo alimentos, podría aplicarse a cualquier producto. Queremos posicionar el código de barras y que la gente sepa el valor que tiene y quién está detrás de éste.

Para un consumidor exigente toda esta información puede hacerse accesible. El consumidor está cambiando, tenemos que entenderlo.

Somos un organismo neutral sin fines de lucro, y esta neutralidad es fundamental porque aquí se sientan proveedores y detallistas, y competencia de ambas partes. Buscamos crear un ámbito de neutralidad donde se busca la colaboración para hacer más eficientes los procesos. Así GS1 fortalece su responsabilidad y beneficio a la sociedad. No es sólo es pensar en una transacción entre un proveedor y la cadena comercial, sino cómo el consumidor se va a beneficiar.