Se van acercando los momentos de las definiciones en el Estado de México. Y Ricardo Anaya lo sabe. Por eso esta tarde se reunió con sus principales alfiles al interior de partido para analizar los frentes de tormenta que se irán desatando –algunos ya comenzaron- en la campaña que definirá su suerte hacia 2018.

Anaya conversó, entre otros, con Santiago Creel, uno de los operadores del partido en los que más confía. También citó de urgencia a Víctor Hugo Sondón, presidente del blanquiazul en Edomex.

La cita fue en la torre de oficinas que los senadores del PAN usaban antes de mudarse al nuevo edificio de Reforma. El edificio pertenece al partido y está semivacío, por lo que Anaya suele utilizarlo como bunker para poder recibir a sus interlocutores sin llamar demasiado la atención.

Son tres las principales preocupaciones de Anaya. La primera, definir cuanto antes si habrá o no acuardo con el PRD. En el blanquiazul saben que las conversaciones están trabadas por la barricada que plantea Héctor Bautista, líder de la tribu de ADN.

Por estas horas, la mayor apuesta apunta a romper con la alianza de Bautista y Mancera, ofreciendo al Jefe de Gobierno el apoyo panista en la Ciudad. “Con nuestros votantes podrían revertir la diferencia que ya tiene con Morena”, se ilusionan.

Pero como explicó La Política Online, Mancera no descarta ensayar otra jugada: intentar un acuerdo político con el PRI para reformae el artículo 122 de la Constitución mexicana para que los ex jefes de gobierno interinos puedan participar de la elección. Mancera podría lanzar a Encinas como independiente, el PRI a Rosario Robles.

El segundo punto es justamente qué estrategia seguir si no se consigue la alianza con el PRD. ¿Josefina se bajará después del misilazo que le tiraron hacia su fundación Juntos Podemos? LPO anticipó que Sondón incorporó a la hija de Vázquez Mota como asesora, una forma elegante de mostrarle que el partido sí la acompañaría.

Josefina es astuta: no quiere mostrarse como precandidata hasta no saber qué pasará con el PRD. No está dispuesta a tener que bajarse públicamente. Sería una humillación.

Por último, en la reunión se analizó cómo responder a lo que Anaya cree que es el inicio de una campaña sucia. El PRI hizo un enorme acta de entrega de despensas en los últimos días en Huixquilucan, un distrito panista.

El gran interrogante es si se trató de una provocación del PRI, en una suerte de mensaje para advertir que irán con todo por el cordón azul mexiquense. En los próximos días, muchos de estos frentes deberán empezar a cerrarse.