La controversial carrera eclesiástica del cardenal Norberto Rivera terminará el próximo 6 de junio de 2017, de acuerdo con el derecho canónico que establece que al llegar a los 75 años de edad deberá presentar su renuncia. Un fin esperado por muchos, luego de los claroscuros que representó para la Iglesia. 

Lo más interesante de este proceso es que el Vaticano ya puso los ojos sobre el posible sucesor. En diálogo con La Política Online, el investigador en Estudios Clásicos de la UNAM, José Molina Ayala, señaló que hay dos candidatos naturales para encabezar una de las arquidiócesis más grandes del mundo.

Uno de ellos es Carlos Aguiar Retes, recién anunciado como cardenal de Tlalnepantla, Estado de México. El segundo, que quizás corra unos pasos atrás es Francisco Robles Ortega , cardenal de Guadalajara.

"Hubo muchos casos en los que el Cardenal que cumple 75 años presenta su renuncia, pero no es aceptada. Este no parece que vaya a ser el caso. Lo más probables es que cuando Rivera presente su renuncia, Francisco se la acepte", consideró Molina Ayala.

El vínculo de Noberto Rivera con el obispo Onéximo Cepeda es mal visto por El Vaticano. Por su cercanía explícita con el sector empresarial y Peña Nieto, además de haber sido señalado por fraude y lavado de dinero.

Para el especialista, los escándalos que rodearon a Rivera hacen pensar que su salida "será un respiro” para el Vaticano. Hay que recordar que fue señalado por proteger a dos sacerdotes acusados de pedofilia: Marcial Maciel y Nicolás Aguilar. Un tema por el que más de uno pidió su renuncia.

Otro punto siempre conflictivo es su vínculo con el controversial obispo Onéximo Cepeda, muy ligado a los círculos del poder. Cepeda es reconocido como uno de los obispos más influyentes del sistema político. Siempre muy cercano al sector empresarial y a Peña Nieto, también fue señalado por fraude y lavado de dinero. 

Los escándalos por supuesto no pasaron desapercibidos en Roma y definitivamente no es un favorito de Mario Bergoglio. Lo dejó claro en su visita a México, cuando mandó un mensaje crítico y bastante contundente: “Un obispo que cambia a un sacerdote de parroquia cuando se detecta una pederastia es un inconsciente y lo mejor que puede hacer es presentar la renuncia”. Se refería al caso de Maciel. 

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La apuesta de Francisco

Francisco habrá de ser cuidadoso sobre la figura que designará para suceder al controversial cardenal y ya se perfila que sea alguien más a fin al pontífice. Para el experto de la UNAM, el más idóneo a eso sería Aguiar Retes: de entrada, por su formación jesuita.

“Está más joven, y sí se ve como un reemplazo de acuerdo con la lógica inmediata”. Además de que dentro de la Iglesia es bien visto por ser “biblista, su formación intelectual y porque se considera que representaría un mejor gobierno de la diócesis”.

Son varios los puntos a favor de Aguiar Retes. Es de formación jesuita, como Francisco. Tiene una relación más discreta con el poder. Se conoce con Peña Nieto, pero es un trato más sobrio.

Algo que gusta mucho dentro de esta institución católica es que tiene una relación “más discreta” con los círculos del poder, aseguró también Molina Ayala. “Eso haría una gran diferencia frente al cardenal Norberto, de quien es sabida sus relaciones con empresarios y políticos de diversas nacionalidades”.

Desde su perspectiva, todo ello lo aventaja frente al cardenal jalisciense, que a pesar de representar una de las diócesis más grandes del país –incluso que la de Tlalnepantla-, no tiene un perfil tan cercano al Papa.

En Aguiar Retes también destaca su cercanía “sobria” con Enrique Peña Nieto, por su desempeño dentro del Estado de México. “Ello lo haría un buen interlocutor”, explicó, aludiendo a que la Iglesia puede estar resentida con las decisiones impulsadas por su gobierno sobre el matrimonio igualitario, un tema rasposo entre los religiosos por el cual se movilizaron arduamente en oposición, instalando una franca controversia.