Un nuevo error no forzado por parte de la Subprocuradoría Anticorrupción a cargo de Ernesto Canales vuelve a beneficiar al ex gobernador Rodrigo Medina. En esta ocasión, una serie de irregularidades en la presentación de documentación generó que la jueza Beatríz Jaimes Ramos decidiera diferir la resolución sobre un amparo presentado por los abogados del ex gobernador sobre el último cargo que queda en pie en el caso KIA.

Medina ya se ha librado de la principales acusaciones y ahora busca sortear la vinculación a proceso por ejercicio indebido de funciones. Hace dos meses se vio beneficiado cuando Canales decidió que a la audiencia crucial contra el juez de control asistiera un abogado de menos de 30 años con experiencia en temas en casos de lesiones en Guadalupe.

El nuevo traspié incrementa las especulaciones en el gabinete sobre que existiría algún tipo de acuerdo o negociación subterránea con el ex gobernador. Todo acontece además cuando Aldo Fasci se retira de la Operación Tornado para dedicarse a otros temas del gobierno.

En paralelo en sus últimas entrevistas el Bronco dice que irá por la presidencia si logra bajar el delito, reducir la pobreza y sacar los trenes de la ciudad. La corrupción ya ha desaparecido del eje central de su discurso.

LPO revelo ayer que el padre del ex gobernador Humberto Medina considera que la avanzada del Bronco ya terminó y por eso el empresario busca nuevos negocios, incluso en el rubro de la gastronomía.

Esta sería la segunda ocasión en que se difiere la audiencia constitucional en el amparo promovido por Medina, pues la vez anterior fue porque los juzgadores se declararon incompetentes.