En entrevista para El Universal, el titular de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), Renato Sales Heredia, aseguró que gran parte de la violencia que se vive hoy es consecuencia de una pésima estrategia implementada en el gobierno de Felipe Calderón.

Ante el aumento de la “percepción de inseguridad”, el funcionario federal declaró que uno de los primeros grandes errores de la administración pasada fue “declararle la guerra al narcotráfico”. En lo que muchos analistas y opositores al régimen coinciden, y han venido denunciado casi desde el inicio del conflicto hace ya diez años.

Sin embrago, por razones diferentes a la de los activistas, el comisionado llamó a hacer una distinción: “La percepción de inseguridad ha crecido, pero —hay que decirlo con toda claridad— uno es el delito y otro el miedo al delito. Son cosas diferentes.

“Tenemos que lograr correspondencia entre la realidad y la percepción, y reconocer que ha habido incremento en algunas entidades federativas en homicidios dolosos, pero también disminución en otras.

“Hay que ver con claridad cómo estábamos, en dónde nos encontrábamos al inicio de la administración, y en dónde se encontraba el país al inicio de la administración anterior.

“Tendríamos que preguntarnos qué fue lo que pasó de 2007 a 2012, cómo fue posible que de estar de ocho por cada 100 mil habitantes nos moviéramos a 22 en menos de cinco años”, enfatizó.

Por otro lado, sobre la existencia de cárteles en el país y el nivel de su operación, el comisionado fue evasivo.

“Nosotros no hablamos de cárteles. Parte de la nueva estrategia, de la narrativa, es no mencionarlos, no hacerlos ver como si fueran entidades al nivel del Estado. Son personas que cometen delitos que hay que investigar, capturar, procesar y sancionar. No son enemigos.

“Uno de los grandes errores, a mi juicio, de estrategias pasadas es considerar que los delincuentes son enemigos, es darles rango de beligerancia. Son simples y vulgares delincuentes.

“Hay que enviar un mensaje muy claro a la sociedad de que quien delinque será sancionado. Esa es la finalidad de la pena en los estados democráticos de derecho”, respondió.

Aparte de llamarlos “simples y vulgares delincuentes”, más adelante definió a los cárteles de la droga como “estructuras golpeadas que se atomizan”.

Además, el funcionario federal afirmó que el control de gran parte de las actividades delictivas se encuentra al interior de ciertas cárceles estatales. 

“No puede ser que algunas cárceles sean todavía controladas por la delincuencia, que desde el interior se extorsione, se orquesten secuestros, robos. Es un tema al que hay que ponerle especial atención”, dijo Sales Heredia.

E hizo un pequeño diagnóstico de la población carcelaria del país: “a nivel federal tenemos cerca de 24 mil internos, a nivel nacional tenemos cerca de 235 mil, las prisiones federales no se encuentran sobrepobladas.; al inicio de la administración teníamos siete con sobrepoblación, a estas fechas ninguna”.

En la entrevista del rotativo publicada hoy, Renato Sales garantizó que “si alguno de los policías federales infringe la ley deberá ser sancionado, como ha ocurrido con los aproximadamente 300 que han enfrentado castigos”.

Y aclaró que a la CNS le encanta trabajar de la mano de la Comisión Nacional de derechos Humanos (CNDH), pero afirmó que los policías no pueden ser juzgados por el organismo cuyo titular es Raúl González Pérez.

“Nosotros invitamos a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos a que nos acompañe a los operativos. Hay un diputado que propuso que se norme y estaremos totalmente de acuerdo con que validen que estamos actuando conforme a la ley.”, declaró desde su oficina en Constituyentes.

Pero, “con el respeto que nos merece la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), a la que vemos como una aliada porque nuestra causa tiene que estar vinculada con la suya, ellos no sentencian, ellos no procesan. Quien en su caso puede determinar si hubo abusos que se traducen en delitos es la autoridad judicial y quien acusaría, en su caso, es la fiscalía”.

Desde su visión, el acompañamiento de la CNDH garantizará el respeto a la integridad de los trabajos que realizan policías.

“Se olvida en muchas ocasiones que los policías son personas que arriesgan cotidianamente la vida en función de otras que protegen. Lo que decimos es que si vamos a exigirles a nuestros policías que respeten los derechos tenemos que empezar por respetar sus derechos, por considerar que las corporaciones policiacas deben ser dignificadas, valoradas en lo que son.

“Es una profesión compleja y muy valiosa. Dignificar implica reconocer que los derechos de los policías son iguales cuando menos que el resto de los servidores públicos.

“Tenemos que reformar el artículo 123, apartado B, fracción 13, de la Constitución, que discrimina paradójicamente a los policías, a los fiscales y a los peritos, que son los operadores del sistema de justicia penal”, propuso Renato Sales.

Asimismo, compartió que la CNS garantizará la seguridad y la transparencia durante los operativos policiacos con la compra e incorporación de cámaras, y recalcó la necesidad de una “ley general de uso de la fuerza”. Esto cuando se puso en la mesa casos tan emblemáticos de ejecuciones extrajudiciales y uso indebido de la fuerza, como en Apatzingán o Tanhuato.

“Hay niveles para el uso de la fuerza. Se puede hacer uso de la fuerza letal cuando no hay otra solución, cuando no hay otra vía. Hay que utilizar el principio de proporcionalidad y racionalidad, pero el Estado puede actuar en legítima defensa de las personas y de los intereses de la comunidad.

Y confesó que “a cada uno de los policías federales, guardias del servicio de protección y custodios les estamos dando una cartilla para el uso de la fuerza, que en el último punto dice: Podrá hacer uso intencional de armas de fuego cuando sea estrictamente necesario para proteger una vida y no exista otra alternativa. Todo se les explica”.