Este jueves, el director de Pemex, José Antonio González Anaya presentó el Plan de Negocios 2017-2021 de la petrolera, en el que prometió volver a un superávit -esto es ingresos totales menos gastos primarios, sin contar el costo de los intereses de su deuda- para 2017 y un equilibrio financiero global para 2019.

Sin dudas, se trató de un mensaje que apuntó a transmitir confianza en medio de la búsqueda que realizan sus autoridades para avanzar con su estrategia de asociaciones y alianzas con terceros. De hecho, el mensaje pareció destinado a transmitir confianza en el mercado petrolero, mostrando los nichos de oportunidades de la empresa.

El gran argumento de la empresa es que debido a la caída del precio del petróleo, se decidió avanzar con un plan de ajuste que brinde certeza y confianza en torno a las finanzas de la petrolera mexicana.

Por eso, González Anaya aseguró que hoy mismo las finanzas de Pemex son "estables" y abren una enorme expectativas hacia el futuro. De todos modos, el funcionario reconoció que uno de los grandes desafíos será mantener la austeridad y el control presupuestal. 

"Para 2017 tendremos por primera vez en mucho tiempo un superávit primario de 8,4000 millones de pesos, que nos permitirá alcanzar el equilibrio financiero en 2019", dijo con optimismo.

Hay que recordar que González Anaya anunció en los primeros meses de su gestión un recorte de 100 mil millones de pesos para Pemex, que representa nada menos que un 20% del presupuesto total de la firma.

Ese ajuste representó el freno de producción en pozos cuyo costo de extracción estaba por arriba de 25 dólares por barril. Allí se ahorarrían 6 mil millones. Pero también se frenaron inversiones por más de 65 mil millones en proyectos costosos, en donde se optó por incentivar los farmouts con privados.

Para lograrlo, dijo que la empresa delineó una serie de acciones para mejorar el desempeño de sus empresas subsidiarias principalmente en Exploración y Producción -Pemex pasó de ser la tercera productora mundial de petróleo en 2004 a la octava en 2015-, y también la de Refinación, aunque no dio mayores detalles. De hecho, en el mercado ya pedían un segundo informe para completar esta presentación.

En cuanto a Exploración y Producción, dijo que con este plan se va a lograr la meta de producción de un millón 944 mil barriles diarios en 2017, “pero con una mejora de los resultados puede alcanzar los 2 millones de barriles diarios”. 

En el sector de refinación, que es donde se concentran las mayores pérdidas de la empresa, indicó que “se prevé concretar alianzas en los servicios auxiliares y la reconfiguración de las plantas”.

En cuanto a la deuda que enfrenta la petrolera, González Anaya aseguró que ya se tienen calendarizados todos los pagos de los acreedores con los que se tenían compromisos desde el año pasado. Se comprometió a que en adelante Pemex será "un mejor pagador".

También se refirió sobre el robo de combustibles, el cual aceptó “dañan las finanzas de Pemex”. Y aunque aseveró que “no hay varitas mágicas”, dijo que trabajan por redoblar la vigilancia de ductos y reducir los mercados ilícitos.

Por su parte, el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, resaltó que bajo este nuevo modelo se ha planteado la meta de impulsar nuevas asociaciones en los meses inmediatos, “lo que incluye la migración de dos asignaciones más con aguas someras que son adyacentes a bloques que se licitan en la ronda 2.1”.