A dos meses de iniciado el proceso de la Asamblea Constituyente, y bajo un clima de tensa hostilidad durante las sesiones de las ocho comisiones, el senador de la república Manuel Bartlett aseguró que “la Asamblea Constituyente ya es la unión electoral PAN-PRD, puesta en marcha y a la vista de todos”.
Cuestionado sobre si el PAN y el PRD propondrán como candidato para las elecciones del Estado de México en 2017 a su viejo amigo y ex compañero de bancada (y actual presidente de la Mesa Directiva de la Constituyente), Alejandro Encinas, el senador poblano fue evasivo y se limitó a calificar a la Asamblea Constituyente de espuria: en consecuencia, dice Bartlett, “todo lo que de ella resulte será espurio”.
“La Reforma Constitucional que promovieron Peña Nieto y Mancera para hacer posible una Constitución en la Ciudad de México no es más que un movimiento en contra del peso que ha ganado Morena en el centro del país, y detenerlo antes de 2018”, comentó a La Política Online el senador Manuel Bartlett.
Por el contrario, para el senador perredista Armando Ríos Piter la opinión de Bartlett deriva de “visiones de un debate armado en falso, compuesto por argumentos mediáticos”, y le recordó que “la fuerza partidista dominante de la ciudad no es Morena, es el PRD”.
Para el también Presidente de la Comisión de Buen Gobierno, descalificaciones a la Constituyente como las de Manuel Bartlett o Ricardo Monreal sólo ignoran que “a los habitantes de la ciudad se les ha tratado históricamente -en 200 años- como a ciudadanos de segunda, sin voz ni derecho a elegir cargos que son de vital importancia para la vida y el buen funcionamiento de esta metrópoli”.
La Constitución
De ahí la necesidad de una carta magna, insistió el senador por Guerrero, quien dejó claro cuál es la función del perredismo en la Constituyente: “Necesitamos un contrato de esta magnitud que reorganice a la ciudad de una manera más libre, que garantice los derechos ganados a través de mucho de los años y que permita a cualquier partido -incluido al PRD- tutelar esos derechos bajo un modelo no clientelar. Esa es la propuesta que presentó el Jefe de Gobierno, y aunque el PRD está abierto a la discusión, defenderemos las garantías que ya existen”.
A diferencia de lo que se ha publicado en los medios, donde se reporta que los diputados constituyentes trabajan a marchas forzadas en medio de diferencias, ausentismo, dilación, sin fondos y con el tiempo encima, para Ríos Píter la “Asamblea Constituyente va avanzando, con el mínimo indispensable, sí, pero la primera Constitución de la Ciudad de México quedará lista en enero”.
Sobre las diferencias que hay en iniciativas -como las del PAN- de disminuir el presupuesto al congreso local, regular marchas en la ciudad o volver a penalizar la interrupción del embarazo, el senador perredista aclaró que quienes proponen esto “lo hacen porque no entienden que en la Ciudad de México existe una convivencia moderna en sociedad que garantiza tanto la libertad de expresión como el derecho a decidir. Parten de un debate mal planteado y, aunque puede haber puntos de coincidencia, no permitiremos retrocesos”.
La victoria de Trump
Para el poblano Manuel Bartlett, el triunfo de Donald Trump debe entenderse “como lo explicó Andrés Manuel López Obrador: somos un país libre y soberano, y no debemos temer a que ese hombre quiera hacer algo contra nosotros, porque tendrá una respuesta republicana del mismo tamaño. Él no es un amigo, no puede ser considerando un socio, él es un enemigo del pueblo mexicano”.
Y, al contrario, esto debe ser una oportunidad para desechar el Acuerdo Transpacífico (TPP, por su siglas en inglés). “Si cumple con su palabra, la que ofrendó durante toda la campaña electoral, entonces sólo falta esperar qué hace Trump con el TPP. Bajo esta perspectiva, no tiene mucho futuro. Tampoco creo que lo aprueben allá [en el parlamento norteamericano]”, afirmó el también coordinador parlamentario de los senadores del Partido del Trabajo.
Por su parte, Ríos Píter comentó que “como ya fue consumado, ya es de todos sabido, fue un error histórico, la peor tarugada de la historia, esa invitación de Trump a México, porque lo catapultó en un momento en el que estaba herido de muerte”.
Y aclaró que la “respuesta no puede plantearse en términos partidistas, sino que debe haber una visión de estado para enfrentar la presidencia de Donald Trump. Una demanda de ese tipo de convertirse en un plan que proteja y garantice el respeto a nuestros paisanos y a sus familias, que contemple que el ataque a México es la plataforma de hacer política del nuevo presidente norteamericano, que atienda correctamente los conflictos diplomáticos que seguramente enfrentaremos”, esto en referencia a la demanda que interpuso el PRD por "traición a la patria" contra el presidente Enrique Peña Nieto.
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