No sería atinado señalar que Felipe Calderón comenzó a analizar el acercamiento de Margarita Zavala con Ricardo Anaya por la derrota de Hillary Clinton en Estados Unidos. Dos semanas antes de la elección el ex presidente estuvo en una boda en Puerto Vallarta. En esa madrugada, en una mesa retirada Calderón dijo que su esposa no será presidente sin una estructura y que entre la de Rafaél Moreno Valle y la de Anaya se inclinaba por el segundo. "Anaya es flexible, Moreno Valle no te da nada", fue la sentencia de esa velada la cual alimentó luego la interpretación de que el ex presidente le achaca al gobernador de Puebla el mismo rasgo que muchos le imputan a él mismo. 

Tal como contó LPO, la posibilidad de un acercamiento está instalada. Sin embargo Calderón ya habría vetado a Santiago Creel como artífice de las condiciones de la misma. Tienen una historia tormentosa. Calderón se decía menospreciado por Creel durante el gobierno de Vicente Fox y el ex secretario de Gobierno asegura que el ex presidente lo maltrató en exceso cuando llegó a Los Pinos y él se instaló en el Senado. Pero el dato a considerar es que ese malestar nunca incluyó a Margarita, quien por cierto, siempre sostuvo un trato cordial con quien hoy es uno de los laderos centrales de Anaya.

Creel está apostando fuerte a la fusión Margarita-Anaya. Es el organizador de las dos últimas reuniones entre ambos y está convencido de que esa unión puede ser fructífera aún en caso de que ninguno de los dos termine como candidato, sino apoyando a un tercero. Esa urgencia no está fundada ni en el futuro de la Casa Blanca ni en las fotos de la vida de Anaya en Atlanta: Creel asegura tener la certeza de que hay fuertes estructuras del PRI que  están encaminadas hacia el proyecto de Moreno Valle. Son las que habrían sido acercadas por un importante ejecutivo del Grupo Ángeles, propietario de una pujante maquinaria mediática.

Este razonamiento de Anaya-Margarita juntos aún sin que ninguno sea candidato es rechazado por Calderón que por ahora no se muestra dispuesto a que su esposa no sea candidata en 2018. Cuando le dicen sobre la dificultad de que México vote a una mujer como contrapeso de Trump replica que para ese entonces el presidente ya estará más moderado y que habrá perdido las legislativas frente al retorno de los demócratas. Curiosa futurología. Ficción o realidad, Calderón quiere a Margarita candidata y eso habría alimentado el último encuentro a solas que el ex presidente tuvo con Dante Delgado, líder de Movimiento Ciudadano, en un domicilio de la Condesa.

A los laderos de Anaya esos encuentros no les preocupan. Están convencidos de que a Margarita solo la puede votar un electorado panista. Su nombre genera rechaza en el votante de centro izquierda. Ese es el destino que aseguran la unirá inexorablemente a Anaya y su estructura. Aunque todavía, sostienen, Calderón no de cuenta.