En los pasillos del PRD suele repetirse una pregunta irónica: ¿cómo hacen Los Chuchos para sacar más votos en las internas del partido en algunos estados que los propios sufragios que junta todo el PRD en los comicios abiertos?
Este interrogante se suele utilizar por los integrantes del bloque anti-chucho para luego explicar los acuerdos de Nueva Izquierda con gobernadores aliados -del partido que sean-, que aportan estructura a cambio de la vocación "dialoguista" de Jesús Ortega y Jesús Zambrano. "Así es como se convierten en la primera minoría entre las tribus", repiten.
A través de Mary Telma Guajardo, por ejemplo, Los Chuchos han establecido un puente en Coahuila. Primero con Humberto Moreira y luego con su hermano Rubén. Tan fuerte es la relación, que en el PRD todos hablan del temor que habría explotado en Nueva Izquierda por los avances en las investigaciones contra los priistas. Para muchos, eso explicaría la mudanza de último momento de las oficinas de Tehuantepec.
Pero otro de los gobernadores aliados a Los Chuchos es Rafael Moreno Valle. Nueva Izquierda fue un gran promotor de la alianza PAN-PRD en dicho estado. De hecho, la negativa de Agustín Basave de cerrar un frente electoral allí -exigía a cambio la candidatura de Tlaxcala- le generó fuertes roces con el entorno de Jesús Ortega.
Ahora, la pelea por el control del PRD volvió a desatarse. Como explicó La Política Online, la salida de los gobernadores sin la presencia de Barrales ni Mancera es una declaración de fuerza para mostrar que no aceptarán la extensión del mandato de la actual dirigenta nacional del Sol Azteca.
El bloque anti-chuchos asegura que Jesús Ortega se tomó este año -cuando cedió la presidencia del partido- para reorganizar sus fuerzas. Y afirman que Moreno Valle ya está inflando los padrones del PRD en Puebla para la elección interna de 2017.
"También tenemos el dato de que Manuel Velasco lo está haciendo en Chiapas", aseguró un militante a LPO.
De este modo, la interlocución de Ortega con el PAN queda abierta a dos escenarios posibles: negociar una alianza PAN-PRD con Ricardo Anaya -sea candidato o negocie con Margarita- o bien el ganador de la contienda sea el todavía gobernador de Puebla.
Las aguas se empiezan a agitar otra vez en el Sol Azteca, y la pelea de fondo sigue siendo la misma: el interés de un bloque (ADN, IDN y Vanguardia) por ir con Miguel Ángel Mancera como candidato de un frente de izquierda, que confronta con Los Chuchos que apuestan todo a una alianza con el PAN. El control del partido será decisivo.
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