A pocas semanas de haber aprobado el presupuesto 2017, con una estimación de crecimiento entre 2% y 3%, los mercados ya empiezan a descontar que los números serán menos generosos el próximo año. Sin embargo, hay diferentes miradas en el equipo económico del Gobierno.
Esta mañana se conoció que en el tercer trimestre de 2016, la economía creció 2% en contraste con el mismo periodo del 2015, resultando el más bajo en los últimos dos años. Y tan sólo 1% si se lo compara con el trimestre anterior de 2016. Para muchos, es el primer indicio de una tendencia de desaceleración.
De estos resultados y también de las perspectivas que el contexto mundial le prepara a México, tomó nota Agustín Carstens, que rápidamente salió a reacomodar sus proyecciones de crecimiento.
“Debido a que las perspectivas de crecimiento y el intercambio comercial internacional han continuado revisándose a la baja, y porque el resultado de las elecciones presidenciales en EU incrementó el riesgo de políticas que obstaculicen el comercio exterior y la inversión extranjera en nuestro país, ajustamos el pronóstico de crecimiento”, justificó.
Pero al parecer José Antonio Meade no está de acuerdo con esta decisión que deja en entredicho los pronósticos colocados en el Paquete Presupuestal. A través de su subsecretaria de Hacienda, Vanessa Rubio, explicó que debido a la aceleración del consumo interno en un contexto internacional adverso, se decidió mantener el actual pronóstico.
En Hacienda argumentaron que México “está creciendo más que Chile y Argentina”, y se destaca por tener un ritmo superior en América Latina”.
Para 2017, Banxico estimaba un alza del PIB de 2% y 3% -en línea con la previsión que Hacienda colocó en el Presupuesto- pero ahora con el ajuste quedó en 1.5% y 2.5%.
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