La alianza entre el PAN y el PRD en el Estado de México ingresó en zona de definición. En un mes se cerrará la posibilidad de inscribir ante el Instituto Electoral las alianzas partidarias, y en enero es la fecha límite para las candidaturas de coalición. La incertidumbre en ambos partidos es total.
Hasta el momento, el estado de situación no ha variado. El bloque liderado por Los Chuchos insiste en ir junto al panismo, proponiendo a Alejandro Encinas como candidato de unidad. Pero la resistencia de Héctor Bautista es infranqueable hasta el momento.
El líder de la corriente ADN controla la estructura del PRD en Edomex. Más del 60% de los consejeros mexiquenses son afines a su tribu. "No habla con nadie. Se siente el dueño del partido. No quiere negociar con ninguno. Es más, en broma ya no le decimos Bautista, ahora es Autista", bromeó un militante del Sol Azteca.
Bautista cuenta con el apoyo de otro jugador importante en esta pelea: Miguel Ángel Mancera. Como ya explicó LPO, el Jefe de Gobierno del DF rechaza un frente opositor con el PAN, porque entiende que el éxito de estas alianzas pone en riesgo su candidatura presidencial.
Hasta el momento, Margarita Zavala, Ricardo Anaya o Rafael Moreno Valle le ganarían con la estructura panista en una potencial interna abierta para definir al postulante en 2018. Lo mismo sucedería si se definiera por encuestas.
El acuerdo que imaginan Los Chuchos con Anaya también lo deja afuera: el PRD se quedaría con la candidatura del Estado de México, a cambio de entregar la postulación presidencial.
La Política Online pudo saber que Mancera ya tanteó a Encinas para apostar por otro curso de acción. ¿Cuál sería? El mandatario capitalino no quiere que Encinas vaya de candidato de la alianza PAN-PRD, pero sí lo quiere como candidato propio en Edomex.
Si logran trabar la alianza junto con Bautista, el PAN todavía tendría una candidata fuerte: Josefina Vázquez Mota. En cambio, el PRD se quedaría sin un actor de peso, porque Héctor Bautista quería imponer a Juan Zepeda, cuyos resultados en los sondeos son muy desalentadores.
Mancera entonces le acercaría a Encinas como un candidato del bloque anti-chucho, como ya sucedió con Alejandra Barrales. Todos ganarían, según la lógica que se maneja en las oficinas del GDF: creen que tendrían un candidato de izquierda, competitivo y dando por tierras con la experiencia de las alianzas.
Esta jugada explica a la perfección el acercamiento que Mancera tuvo con el senador, a quien le entregó un rol protagónico en el Grupo Redactor, lo designó como Constituyente, le cedió la presidencia de la Mesa Directiva y le permitió encabezar un grupo de independientes en dicha asamblea.
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