Pueden festejar. La presión del PAN-PRD obligó a Raúl Cervantes a dar un paso al costado. El actual titular de la PGR no se convertirá en automático en el próximo Fiscal General, como marca hasta ahora la Reforma Constitucional que cambió los artículos 21 y 102 para crear la Fiscalía General de la República en lugar de la ya desgastada PGR.

En esa misma se estableció que el último procurador se convertiría en automático en el próximo Fiscal General, un cargo que será trans-sexenal. Por ese motivo, Peña Nieto removió a Arely Gómez y colocó a un hombre de su extrema cercanía: Raúl Cervantes, ex senador muy cercano al Presidente y nada menos que primo de su Consejero Jurídico, Humberto Castillejos.

Este movimiento se realizó con la confianza de que los acuerdos ya estaban amarrados en el Senado. En parte, era así. En esa negociación entró el reparto del Tribunal Electoral, que se cerró con tres jueces para el PRI, dos para el PAN, uno para el PRD, y otro más con aprobación del PAN-PRD.

También el PRI le cedía la designación del Fiscal Anticorrupción, que se le ofreció a Fernando Gómez Mont -panista y ex secretario de Gobernación-, pero se negó. En el Senado aseguran que su explicación fue que el nuevo Fiscal no tendría funciones reales y seguiría dependiendo del Fiscal General.

Desde entonces, el PAN-PRD frenaron el proceso de comparecencias a los 32 precandidatos que estaban en lista para pelear por ese cargo. El PRI los apuró públicamente en los últimos días, y así terminó de explotar el conflicto.

Como publicó LPO, Barbosa salió ayer a denunciar un presunto acuerdo en Los Pinos para designar sin consenso a un Fiscal Anticorrupción. "A la sociedad le urge", justificaron desde el PRI y el Verde.

Pero en el fondo, el oficialismo ya sabía que el PAN-PRD tramaba lanzar una propuesta de modificación a esa reforma para evitar que Raúl Cervantes sea Fiscal General durante nueve años. Por ese motivo, el titular de la PGR decidió dar un paso al costa y desde Los Pinos ya anunciaron que serán ellos los que impulsen una reforma.

"Ante distintas voces, entre ellas la del propio Procurador Cervantes, que señalan que el transitorio Décimo Sexto de la reforma constitucional que establece el tránsito de Procurador a Fiscal en forma automática, no abona a centrarse en la discusión del modelo institucional de la Fiscalía, el Presidente envió ayer al Senado de la República una iniciativa para modificarlo", anunciaron esta mañana.

Ahora, la oposición intentará establecer cambios a las atribuciones del Fiscal Anticorrupción para que tenga un mayor grado de autonomía con respecto al Fiscal General. Recién entonces se negociará el nombre. Es, sin dudas, una victoria de última hora para la oposición.