La determinación de Carrier de suspender su desembarco en Nuevo León generó momentos de zozobra en el entorno de Enrique Peña Nieto. Luis Videgaray e Ildefonso Guajardo están señalados por una situación que cayó como un balde de agua frÃa en un Gobierno que se niega a que Donald Trump sea el issue central lo cual está generando un resquemor permanente en el empresariado.
El dato que circulaba en el gabinete era que si bien Carrier estaba en conversación con el equipo de transición de Trump, la determinación sobre el futuro de la planta que actualmente funciona en Indiana se conocerÃa en febrero, luego de que el magnate tome posesión del poder. Ese fue el mensaje que los ejecutivos locales enviaron a la SecretarÃa de EconomÃa de Ildefonso Guajardo.
El problema es que la decisión final se estaba decidiendo a un nivel mucho más alto y sin considerar la opinión de los directivos que operan en México.
La interpretación de las últimas horas era que nadie contó con el factor de la intervención de Mike Pence, gobernador de Indiana. Antes de pasar al tÃpico segundo plano de los vicepresidentes, Pence buscaba asegurar cuanto antes que Carrier se quede en su estado. Mientras cabildeaba esta cuestión ya desde la campaña, el gobierno México entendió que no debÃa entrar en acción porque faltaban meses para la decisión final.
El reciente caso de Ford y el supuesto traslado de una planta de Kentucky que fue leÃdo como un bluff generó una tranquilidad muy precaria en el Gobierno. Pence no es Trump. Hace todo lo que dice, es parte de su formación personal y el caso Carrier es una evidencia rotunda. Además está convencido, en sus propias palabras, de que algún dÃa será presidente.
Como si se tratara de un absurdo, el gobierno municipal de Santa Catarina, Nuevo León, donde se instalarÃa Carrier fue donde primero vieron venir el desenlace y pidieron ayuda al Estado y la Federación. Nadie atendió la llamada.
Videgaray ha instalado en el cÃrculo presidencial que la economÃa no es un tema urgente en la relación con el presidente electo, que renegociar el TLC es algo valioso, que Trump será más flexible y que el gran problema lo tiene China y no México. Incluso ha deslizado que antes hay que revisar otros temas como todos los planes de cooperación entre México y EU en materia de seguridad. Guajardo en tanto, insiste con el TPP que ya parece herido de muerte. Carrier implica un duro aterrizaje a tierra.
Hace dos semanas en Monterrey Jorge Castañeda lanzó una pregunta a los empresarios en la cumbre del IMEF: "¿Cuántas llamadas le resiste el CEO de cualquier empresa a un presidente de EU?", ¿Cuántas le gustan?". Un designo inquietante que acaba de tener su primer episodio.
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- 128/01/2217:08Es ahora cuando nuestros dirigentes gubernamentales deben demostrarnos a los mexicanos que se merecen el puesto, hagan políticas y reglas para proteger todo lo relacionado a los compatriotas que están en USA, igualmente para aumentar el consumo interno de lo nuestro y comerciar con otros países (ahora es 80% con USA) y ACABEN CON LA CORRUPCIÓN que nos cuesta varias veces mas PIB que el crecimiento actual, CÁRCEL a Duarte, Medina, Moreira, etc. Y reposición de lo robado, una señal clara para nosotros el pueblo. Merezcan sus puestos, si no es así ¿para que están ahí?