Muchos se habló de los parecidos entre Andrés Manuel López Obrador y Donald Trump. Hoy se confirmó uno muy concreto: el magnate neoyorkino anunció que cancelará la construcción de dos nuevos aviones presidenciales que ya está en manos de la firma Boeing.

"Boeing está contruyendo un nuevo 747 Air Force One para los futuros presidentes, pero los costos están fuera de control, más de 4 mil millones de dólares. Cancelaremos ese pedido", anunció Trump por Twitter.

Se trata de una nueva embestida del republicano contra empresas que tienen contratos con el estado. Hay que recordar que días atrás logró detener la mudanza de una planta de Carrier a México, justamente amenazando con quitarle los contratos vigentes con el Gobierno de Estados Unidos.

Desde la Casa Blanca ya salieron a aclarar que los números que lanzó Trump no son ciertos. El vocero de Barack Obama, Josh Earnest, se limitó a afirmar esos números "no parecen reflejar la naturaleza del acuerdo financiero entre Boeing y el Departamento de Defensa".

Lo cierto es que tampoco esas cifras están del todo claras. La Fuerza Aérea de los Estados Unidos anunció en enero que Boeing había ganado el concurso para la nueva flota de "Air Force One". Según la agencia Reuters, el coste de la sustitución rondaría los 2.870 millones de dólares. Boeing, en cambio, había hablado de un contrato inicial de 1.650 millones.

Como sea, al parece el furioso anuncio de Trump surge como respuesta directa a algunas declaraciones que hizo el CEO de Boeing, Dennis Muilenburg, al Chicago Tribune. El ejecutivo dijo que estaban muy preocupados por la política comercial que tomaría el nuevo presidente y le sugirió que tome la iniciativa en las reglas comerciales antes que otros lo tomen, acaso en referencia a China. El tuit de Trump se publicaba 22 minutos después.