Alfa no encuentra aún la fórmula para apuntalar su negocio energético, luego de que el entorno le cambió por completo cuando se desplomó el precio del petróleo y perdió su inversión en Pacific Exploration and Productions (antes Pacific Rubiales), quien sería su socio estratégico para los proyectos de hidrocarburos en México.

El conglomerado industrial que preside Armando Garza Sada, tenía el entusiasmo por convertirse en la petrolera más importante del país pero hoy esa meta parece tomar distancia. De hecho Alfa solo participará en licitaciones donde tenga una posición privilegiada.

En Pemex esperaban que Alfa participara en la licitación  para su segunda asociación (farmout)  en actividades de exploración y extracción en aguas someras de la Sonda de Campeche.En esta licitación, que será en marzo, los privados tendrán la posibilidad de asociarse con la empresa con menores costos de extracción en aguas someras. Según fuentes del sector, ya es casi un hecho que Alfa, que alguna vez se había interesado en este proyecto, no participará de la licitación.

Directivos del conglomerado industrial expresaron que el 2016 no fue nada bueno para su unidad de negocio energético y estimaron que el 2017 será un año donde se mantendrán doblemente cautelosos en los proyectos que emprendan. 

Para Alfa el valor establecido o calculado por el gobierno de los yacimientos es alto, así lo ha expresado. Los directivos consideran que deben ajustarse las reglas en las siguientes Rondas, sobre todo cuando en México no existían procesos de licitación y la apertura energética apenas se está dando.

Alfa que había basado su apuesta para participar en la apertura energética en concretar una alianza con alguna petrolera, no ha dicho sí continuará buscando o se mantendrá sola. Lo que sí es un hecho es que se ha replegado.

A la fecha, Alfa no ha pujado en ninguna licitación en la Ronda 1 y 2, ni tampoco se ha pronunciado si lo hará en el 2017. El próximo año, la Comisión Nacional de Hidrocarburos licitará 14 contratos de licencia para la exploración y extracción de hidrocarburos en áreas terrestres dentro de la tercera subasta de la Ronda 2, que se adjudicarían en julio de 2017.

El desencanto

Alfa fincó su estrategia para aprovechar la reforma energética en su alianza con Pacific Rubiales (PR) que parecía ser el socio ideal. La petrolera quebró con el desplome del precio del petróleo, y aun cuando el conglomerado regiomontano quiso adquirir el resto de la participación accionaria de la empresa, su intención se vio truncada por el fondo de inversión O’Hara, que lideró a un grupo de inversionistas que capitalizó a la firma canadiense diluyendo el 19% que poseía el conglomerado regiomontano.

Directivos de Alfa reconocieron que la inversión que hicieron en Pacific Exploration and Production (antes Pacific Rubiales) los dejó con menos rango de flexibilidad y con poco apetito para seguir en el negocio, sobre todo en un entorno petrolero donde los márgenes de recuperación de la inversión son bajos.

La alianza con (PR) representó para la compañía regiomontana una pérdida monetaria de mil millones de dólares que tuvo que absorber en su contabilidad.

Otro intento fallido

En la parte petroquímica, un negocio bondadoso para Alfa, Ramón Leal comentó que la compañía estaba en negociaciones con Pemex para producir etano (…). Era un gran proyecto, señaló el directivo quien comentó que la inversión era de 2,500 millones de dólares.

“Era una joya para Alpek, era un proyecto importantísimo para nosotros. Pemex congeló este proyecto por la situación de sus finanzas. La idea era construir una planta donde se produciría etano, y Alpek, empresa de Alfa, produciría glicol para combinarlo con PTA y producir PET”.

Explicó que el etano, como petroquímico primario, se utiliza para la elaboración de productos como etileno y el propileno que tiene su aplicación en procesos productivos como plásticos, bolsas, envases, telas, láminas, tuberías y otros usos.

“Ellos (Pemex) tienen crackers de etano sin utilizar y nosotros podíamos reparar y reactivar esa maquinaría, de hecho levantar una planta, pero era un proyecto cuantioso donde íbamos 50% y 50% y, a la mera hora de la inversión se dio la caída del precio del petróleo, después el recorte presupuestal, la situación de las finanzas de Pemex y todo lo demás que se vino, así que el proyecto quedó en stand bye”, comentó el directivo a LPO.

Lamentó que México aún sea un país que importe combustibles cuando podría ser una potencia mundial en producción de petróleo y gas.

Leal Chapa anticipó que los resultados de Newpek, el negocio de energético en Estados Unidos, cerrarán 2016 con un EBITDA entre un millón cinco dólares, cifra que se mantendrá para el 2017.